Cómo descifrar lo que ocultan los medios de comunicación
Este es un resumen de una parte del libro de Pascual Serrano, Desinformación, cómo los medios ocultan el mundo. Es a él a quien hay que agradecerle los consejos y pautas a seguir ante el incumplimiento de la obligación del Estado de garantizarnos una información plural y veraz (en este sentido consultad artículo 20 de la Constitución). Se trata de analizar los mecanismos desinformativos que puedan estar presentes en las noticias de los medios de comunicación convencionales (y yo añadiría también a los medios alternativos de contrainformación…), con el objetivo de evitar ser manipulados por los mismos. Ahí van las cuestiones (tomad buena nota…y si se os ocurre alguna más, no os cortéis y compartidlas…) :
- Conocer quién es la propiedad de un medio de comunicación (empresa privada, estatal, ONG…) es básico para intuir por dónde va a ir la línea editorial. Si se trata de una entidad privada, lo más habitual es que opere en otros sectores económicos. Pero cuidado…no sólo hay que saber la composición del accionariado del medio en cuestión…tb interesa echar un ojo a las empresas e instituciones que compran publicidad en el mismo. Si comprobamos que los principales anunciantes de un periódico son Telefónica y BBVA (por ejemplo), con fuertes intereses económicos en América Latina, tendremos que mirar con cuidado (desconfiando incluso) la información que aparezca sobre dicha región.
- Si la información es promovida por alguna parte interesada (ejemplo : encuestas, informes universitarios, estudios de expertos…difundidos por algún gobierno por razones de política internacional) o es generada por el propio medio.
- Si la noticia tiene la importancia que le dan (para ello compararemos con acontecimientos similares en otros países o con otros sucesos recientes del mismo lugar). Un ejemplo ilustrativo lo da Pascual Serrano al recordar cómo en octubre de 2008 abrían un noticiario de TV con la fuga de un secuestrado en poder de la guerrilla colombiana, mientras que el día anterior no se había informado de la muerte de varios manifestantes a manos del ejército.
- Identificar fuentes y analistas…el uso de fuentes indefinidas es ya demasiado habitual (la típica expresión “según diversos expertos”, p.e, que camufla sutilmente opiniones editoriales). También nos fijaremos en si nos intentan hacer pasar una postura como si fuese mayoritaria entre la ciudadanía de un país.
- Si la información se presenta como hecho constatado o como versión de una parte. Si informan que el ejército estadounidense ha matado a 40 talibanes, habría que confirmar por otras fuentes (de haberlas) si eran efectivamente guerrilleros islámicos y no civiles.
- Si se han recogido todas las diferentes posiciones respecto a la noticia o si todas las reacciones coinciden en la valoración de la misma (lo cual olería muy mal…en este caso buscaríamos en internet otras interpretaciones de diferentes actores…).
- Si estamos ante un mensaje audiovisual habría que ver posibles dramatizaciones (representaciones teatrales con imágenes, sonido, o ambos) de algo que supuestamente ha sucedido (ejemplo típico es el de la dramatización de una violación de una mujer en un ascensor, en casos judiciales donde la culpabilidad del acusado está pendiente de demostrarse…).
- Comprobar si las emociones ante las imágenes o sonidos son racionales (ejemplo : una entrevista a la madre de un militar muerto en Irak podría provocar una falta de empatía con el pueblo iraquí, cuya población civil ha sufrido muchísimas más bajas que los soldados estadounidenses).
- Intentar preguntarnos si conocemos todos los elementos que rodean la noticia y qué no nos han contado (ejemplo : en una huelga de transporte donde únicamente nos cuelan imágenes de usuari@s indignados, deberíamos conocer tb las reivindicaciones de l@s huelguistas).
FUENTE: www.sindireo.org
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