miércoles, 2 de mayo de 2012

"Lo que hay es una crisis sobre los modelos de negocio"

Debate sobre la propiedad intelectual. Por Mariano Blejman*. El editor de la sección “Cultura Digital” del diario Página/12 y coordinador de la organización Hack-Hackers de Buenos Aires, Mariano Blejman, aseguró que en los últimos años Internet demostró que hay más gente consumiendo cultura, y consideró que con las leyes que buscan restringir las descargas en la Web los únicos perjudicados son los usuarios.
“Tal vez, lo que está pasando es que todavía no nos dimos cuenta que hay como una oportunidad para eliminar intermediarios en la industria cultural”, indicó el especialista en nuevas tecnologías, durante una entrevista brindada a este blog.

Agenda Digital: ¿Es necesario regular el consumo de contenidos con copyright disponibles en Internet?
Mariano Blejman: Todas las regulaciones lo único que hicieron fue criminalizar todas las acciones que estaban naturalizada. Lo que hay que hacer es adecuar las leyes a lo que está pasando y, por el otro lado, encontrar nuevos modelos de negocios. Me parece que el punto acá es comprender que la gente cambió la manera de consumir los bienes culturales y que hay que encontrar otras maneras de compartir la gran cantidad de inversión que hay en el mundo de Internet en materia publicitaria. No hay una crisis en inversión, ni en materia publicitaria ni de consumo. Lo que hay es una crisis de modelos de negocios. Entonces la discusión tiene que pasar por ahí.

AD: ¿Los modelos de negocios como iTunnes (música) para descargas pagas son una solución para el cobro de regalías?
MB: La pequeña experiencia de los últimos años es que hay actores del mundo de Internet que han comprendido cuáles son estas formas de ganar plata con el tema de lo que es la propiedad intelectual. Y lo entendieron mucho antes que la industria de Hollywood y la industria de la música, que no es lo mismo que los músicos. Entonces, me da la sensación que la gente está dispuesta a consumir si uno le asegura una cierta tranquilidad en que lo que está bajando es lo que quería bajar y le da el soporte para consumir de una manera atractiva. El caso de iTunes, el de Netflix y de otros son los más emblemáticos en encontrar nuevos modelos pero también pareciera ser que todas estas grandes empresas en el último momento lo que pretenden es agarrar la sopa con un colador. La idea de que bajando sitios vas a detener el tráfico es por lo menos absurda. Lo único que ha pasado es que cada vez hay más tráfico y cada vez hay más gente consumiendo cultura. Pero bueno, eso no va a pasar solo, es decir, esas condiciones de la red hay que defenderlas y sí buscar nuevos modelos de negocios porque la gente tiene derecho a ganar plata con su trabajo, con sus obras de arte, con su creación. Tal vez, lo que está pasando es que todavía no nos dimos cuenta que hay como una oportunidad para eliminar intermediarios en la industria cultural. Hay que buscarle la vuelta y, en algún punto, las leyes que salgan en ese sentido tienen que tener cuenta esto en lugar de criminalizar las actividades cotidianas del millones de personas en todo el mundo. Entender que los paradigmas de consumo cambiaron.

AD: ¿Cómo se imagina a la industria cultural en un par de años con el avance de la tecnología? Sobre todo en las ramas más tradicionales como el cine, la música, el arte, entre otras.
MB: Cada mundo artístico va encontrando su nueva manera de vivir de la actividad en un ambiente de abundancia. La abundancia de oferta. Por ejemplo, el mundo de la música encontró, o las productoras encontraron, los famosos “contratos 360”, que son contratos integrales y antes no existían, con los que no solamente te editan el disco sino que producen los shows y otra serie de actividades. La industria del cine encontró, por un lado, estas plataformas tipo Netflix en donde vos tenés una especie de tarifa plana donde vas consumiendo de ahí, y después encontró la posibilidad de invertir en tecnologías de alta gama como el 3D. Los cines están llenos, no están vacíos. El tema es quién controla la distribución y qué se hace con la plata. Y el otro gran punto o discusión que va a haber es el tema de la relación con las grandes plataformas. Es decir, el tráfico que se genera en estas grandes plataformas por el cual Google, Youtube, Facebook y otras empresas a las que se les va dando publicidad cotidianamente, eso es algo que las productoras y los músicos van a tener que negociar de alguna manera. Es decir, hay un proceso de monopolización de la publicidad en Internet que va todo hacia el mundo de Google y ahí va a estar el debate. No es el problema que falte plata, el problema es cómo generás la relación económica con estos nuevos actores.

AD: ¿Hay como un embudo con la publicidad en Internet?
MB: En Estados Unidos se está negociando cotidianamente, por ejemplo, con Youtube o con Tomas Cookman, que es un productor de rock latinoamericano. Negocian cotidianamente cuando detectan que las bandas están generando mucho tráfico con un video, entonces van a la oficina y negocian. Esa es un poco la discusión que se viene. Después es cierto que los artistas no son los únicos que tienen que comprender que cambió el negocio, también lo deben hacer otros. Es decir, las organizaciones que reúnen derechos de autor en los países lo tienen que comprender y tratar de no apuntar a impuestos regresivos, impuestos que presumen la culpa, como es el tema del canon que presume que estás copiando algo sin que eso pueda confirmarse. Y finalmente el tema es si van a cambiar los modelos de propiedad intelectual. Mientras tanto van a seguir bajando sitios pero es como la canción de Silvio Rodríguez donde la mata “y aparece una mayor”. Me parece que el gran desafío de acá en adelante en función de legislaciones vigentes, o legislaciones que se puedan proponer, es encontrar maneras de defender lo mejor que tiene Internet que es la posibilidad de compartir información y de defender también el trabajo de los autores, el resto, lo gerentes de marketing o los productores pueden encontrar espacios.

AD: Qué es más importante: ¿El derecho de acceso a la cultura o establecer medidas de restricción para descargas?
MB: Las medidas de restricción tienen que ver con la suposición de que la gente no va  a pagar por lo que está libremente a disposición. La idea de que solamente podés consumir aquello que está privado. Es decir, un modelo clásico de consumo de cultura. El desafío es cómo lograr encontrar ingresos a los que producen bienes culturales. Entonces hay una cosa que a mí sí me parece importante que está en la división de esta pregunta y es el derecho del usuario, de la persona. En el fondo muchas de estas acciones que toma el FBI o que toman empresas privadas a partir de denuncias privadas antes de llegar a la justicia, afectan los derechos a los usuarios que son los que terminan pagando el pato, como fue el caso de Megaupload donde quedaron 50 millones de personas a la deriva y sus datos también. Ahí me parece que el único gran desamparado en esta especie de guerra es el usuario, la gente que toma la decisión de consumir cultura porque está disponible y porque no piensa que hacerlo es generar un daño.

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