7D: El día siguiente
(Por Pablo Hernández y Glenn
Postolski) Aquí plantean los riesgos que implica una lectura lineal o simplista
del proceso de “desinversión” establecido por la Ley de Servicios de
Comunicación Audiovisual.
Como cada año, luego del 11 de
octubre de 1943 llegó el 12. Ese día comenzaba a transmitir la American
Broadcasting Company (ABC), una de las tres históricas cadenas de radiodifusión
comercial de los Estados Unidos.
Lo hacía luego de que en mayo de
ese año el Tribunal Supremo de los Estados Unidos de Norteamérica –en la causa
National Broadcasting Co. v/United States– diera a conocer la sentencia
judicial por la cual obligaba a la compañía NBC a desprenderse de una de sus
dos redes (The Blue Network) por abuso de posición dominante. Su precio: ocho
millones de dólares. Adecuación mediante nacía entonces una de sus principales
competidoras destinada a enriquecer el debate democrático de la sociedad
norteamericana.
Hasta el 3 de enero de 1870
circuló en nuestro país el diario La Nación Argentina, fundado en 1862 durante
la presidencia de Mitre. Sus principales ingresos provenían de las arcas del
Estado (publicidad oficial de la época). El día siguiente, 4 de enero de 1870,
figura como la fecha fundacional del “prestigioso” e “independiente” diario La
Nación.
Bajo una nueva razón social,
plenamente privada pero manteniendo el control decisivo de Bartolomé Mitre, el
nuevo medio tuvo plena continuidad con el anterior, al punto de que el folletín
por entregas que se publicaba en uno se continuó sin interrupción en el
siguiente.
Es posible entonces considerar a
La Nación Argentina / La Nación como un solo diario que siguió funcionando en
base a las donaciones realizadas por un grupo de amigos, que el por entonces
presidente Sarmiento caracterizaba como: “... proveedores que mediante
despilfarro de las rentas han ganado millones, como Lezica, Lanús, Galván, que
al fin lo costearon casi en su totalidad (...) Mitre sabe que con un poco de
insistencia, con amaños conocidos, con muchos hombres que le deben o la
impunidad o la fortuna mal adquirida todo se puede conseguir...” (Sarmiento a
Sarratea. Buenos Aires 17 de marzo de 1869. Archivo de la familia Sarratea
Prats citado por Nieto del Río.)
El centenario medio nacía así de
la voluntad militante de una clase por constituir su tribuna de doctrina, y del
aporte interesado de un grupo de “proveedores del Estado” enriquecidos durante
los aciagos años de la guerra con el Paraguay.
Numerosos ejemplos, locales o
internacionales, se pueden citar sobre la compleja trama que compone la
relación entre el Estado y los medios. Una lectura lineal, simplista o estática
no puede dar cuenta de la densidad que se juega en la comunicación como
herramienta transformadora de la sociedad.
Frente a la fecha que se avecina,
quienes llevan adelante los destinos del grupo Clarín deberían dar una señal
que los reconcilie con la sociedad. La adecuación de los medios de su propiedad
a los términos que marca la ley marcaría la aceptación de las reglas definidas
de forma democrática por la sociedad. Esto constituiría un hito trascendente en
términos de respeto al Estado de derecho. Muy probablemente no lo hagan.
La Ley de Servicios de
Comunicación Audiovisual fue diseñada como una herramienta trascendente en la
construcción de una sociedad profundamente democrática. Su aplicación completa
es el umbral necesario para la realización de sus fundamentos. La actividad
audiovisual funcionó durante 54 años con leyes producidas a medida de los
intereses particulares. Sólo tres años lleva en vigencia el nuevo paradigma
propuesto para el sector.
El proceso real de
democratización no puede estancarse en el trueque de Clarín por Vila/Manzano o
Moneta. Debe orientarse a la construcción de novedosas y enriquecedoras
instancias de producción simbólica: nuevos medios y nuevos emisores, plurales,
populares y diversos, tal como manda la ley.
Después del 7 (solo) llegará el 8
de diciembre y con él un desafío mayor para el campo popular: continuar la
lucha por una comunicación verdaderamente democrática.
* Docentes. Carrera Ciencias de
la Comunicación UBA.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio