Ecuador: “La ley no se limita a los medios, es una ley de comunicación”
El debate por la democratización del acceso y el derecho a la
información que se viene impulsando en América Latina, tuvo un nuevo
triunfo en Ecuador el 14 de junio cuando Asamblea Nacional aprobó la Ley Orgánica de Comunicación,
que entre otros aspectos reserva 34% de las frecuencias de radio y de
televisión para los medios comunitarios y ve a la comunicación social
como un servicio público que deberá ser prestado con responsabilidad y
calidad.
Marcha dialogó con Osvaldo León, director de “América Latina
en Movimiento” que edita la Agencia Latinoamericana de Información
(ALAI), en su versión virtual alainet.org,
con sede en Ecuador. Integrantes del Foro de la Comunicación quienes
hace tres años, junto a otras redes de comunicación y organizaciones
sociales e indígenas, formularon uno de los tres anteproyectos que
fueron incluidos en la redacción final de la Ley Orgánica de
Comunicación.
- ¿Cuál fue el recorrido histórico de los medios de comunicación populares para llegar conseguir esta ley?
La Ley recoge de manera sustantiva planteamientos formulados por
organizaciones sociales y colectivos de comunicación popular y
comunitaria, gremios del periodismo y sectores académicos, en el
anteproyecto de ley que presentó el Foro Ecuatoriano de la Comunicación.
Vale precisar que este anteproyecto ingresó formalmente a la Asamblea
Nacional, a la par del presentado por un parlamentario de la oposición y
el de un parlamentario oficialista. De modo que es sobre la base de
estas tres propuestas que la comisión designada inicia la redacción de
la ley.
Las normativas de mayor calado para democratizar la comunicación
que consagra la nueva Ley son las que fueron formuladas en el
anteproyecto del Foro, comenzando por la que da paso a una reforma
estructural del sistema mediático con la redistribución de las
frecuencias de radio y televisión en tres tercios: 33% para medios
privados, 33% para los públicos y 34% para los comunitarios. En este
punto, inicialmente, ni siquiera en el oficialismo había consenso, pero
ahora incluso asambleístas de la derecha expresan su acuerdo.
Igualmente se puede acotar las normas relativas a la producción
nacional y regional, al fortalecimiento de los medios comunitarios y al
estímulo a la interculturalidad, a la salvaguardia de contenidos
sexistas, xenofóbicos y racistas, entre otros puntos.
- ¿Cómo fue la respuesta mediática de los grupos concentrados de comunicación ante la ley?
Como ha sucedido en los diversos países de Nuestra América, su
argumento mayor radica en señalar que en materia de comunicación la
mejor ley es la que no existe; esto es, que prime la ley de la selva.
Cuando los acontecimientos marcan otro derrotero, el slogan ya está
fabricado: “Ley mordaza”. Y por cierto pronto a tener una resonancia
mundial por la vigencia del “consenso mediático” que día a día afina su
maquinaria de propaganda.
- ¿Qué puntos se destacan y cuáles hay que mejorar sobre esta ley?
A los puntos ya mencionados: redistribución de frecuencias,
producción nacional y regional, interculturalidad, cabe añadir la
prohibición de monopolios, el impedimento para que sectores financieros y
de otras ramas económicas tengan medios, los derechos de trabajadores y
trabajadoras de la comunicación; pero lo más importante es que esta ley
no se limita a los medios, sino que se presenta como ley de
comunicación en un sentido amplio.
En cuanto a los puntos flacos, esta ley perdió de vista que la
Constitución consagra al Ecuador como país plurinacional e
intercultural; que Internet es una realidad y que el Estado debe
garantizar de forma universal, por decir algo.
- ¿Cuál es el mapa mediático actual en Ecuador y qué intereses se tocan con esta ley?
En el espectro radioeléctrico, hoy por hoy, alrededor del 85% de
frecuencias está concesionada al sector privado, pero la cuestión es que
una buena parte la asignación fue irregular, sobre todo como pago de
favores políticos a parlamentarios cuando en la larga noche neoliberal
cada voto se cotizaba para votar a favor de los proyectos
privatizadores.
La ley establece que para la redistribución de frecuencias se
sustentará en el informe de la Auditoria que operó por disposición de la
Asamblea Constituyente, la cual señala que al menos un tercio de
concesiones tiene vicios de irregularidad. En el fondo, con la nueva ley
se termina la posibilidad de mantener monopolios y que de ahora en
adelante el sector privado en comunicación no podrá tener inversiones de
otros sectores económicos y viceversa.
- ¿Crees que la aprobación de la Ley de Telecomunicaciones en Argentina ayudó a que se logre la ecuatoriana?
Por supuesto, ya que la lucha por la democratización de la
comunicación desde hace un par de décadas atrás ha logrado establecer
cuando menos demandas comunes básicas. Aunque se mantiene como tarea
pendiente la definición de una agenda común para sostener el desarrollo
de estos avances. Y una precisión, en Ecuador la ley no se limita al
campo de los medios: es una ley de comunicación.
Fuente: marcha.org.ar
Etiquetas: Ecuador, entrevista, Ley de Comunicación en Ecuador, Medios en Nuestra América
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