La Argentina en la vanguardia regional de empresas tecnológicas
La firma nacional Taringa es la única
aplicación latinoamericana que se encuentra en el Top 50 del mundo.
Los principales inversores globales ponen sus ojos en el talento
creativo de los "startaperos" locales. El país forma,
junto a Brasil y Chile, el principal polo de crecimiento en esta
industria.
"La idea surgió de una doble
casualidad", relata Sebastián Cadena. "Mi socio leyó en
una nota que las empresas perdían hasta un 8% de la facturación al
gestionar mal el cobro mediante tarjetas bancarias y yo, por propia
experiencia, sabía que los pequeños comercios gastan muchísimo
tiempo organizando y controlando este tipo de facturación." Y
la necesidad se convirtió en oportunidad.
"Desde que vimos que existía la
tecnología para controlar todos los pasos de pago supimos que la
idea podía ser una realidad." El resultado es Increase, una
aplicación que permite a los comerciantes conocer, en tiempo real,
todo lo relacionado con el cobro mediante tarjetas. "Desde
febrero incrementamos nuestros clientes un 100% cada mes." "Las
previsiones para dentro de un año es gestionar más de 8000
terminales y aumentar la plantilla a 30 trabajadores (hoy son
nueve)."
Según consignó Tiempo Argentino, el
concepto de startup (literalmente empezar arriba) ha cambiado. No
hace mucho, el término aludía a empresas de cualquier tipo con gran
proyección de crecimiento a corto plazo. Hoy, la mayor parte de
estas empresas se mueven en la red; son compañías de tipo
tecnológico que "vienen a cubrir un hueco o a resolver un
problema", comenta Natalia Tamayo, portavoz de Startup Buenos
Aires, una plataforma que difunde y promueve la actividad de este
tipo de empresas. "Los 'startaperos' son personas que piensan en
grande y a muy corto plazo. Esto provoca un altísimo índice de
fracaso, pero los éxitos suelen ser muy importantes", destaca.
Necesidad y oportunidad son las claves
que explican este fenómeno que, en Argentina, crece "de manera
exponencial". Detrás de cada uno de estos proyectos se
encuentran emprendedores con un altísimo perfil tecnológico que son
auténticos analistas de pequeñas necesidades que pueden ser
suplidas a través de las nuevas tecnologías. "Lo típico es
llegar a la conclusión de que puedes crear una herramienta que sea
sencilla de usar y barata para la gente", explica Tamayo. Los
sectores de actividad son inmensos; desde sitios de compra a guías
turísticas pasando por portales de restauración, aplicaciones
médicas o gestores de redes sociales.
La empresa cordobesa Social Tools es un
buen ejemplo. El origen de este éxito argentino fue una modesta
agencia de publicidad y marketing creada por un publicitario y un
diseñador gráfico que prestaba servicios en Córdoba. "En un
momento nos dimos cuenta de que la mayoría de los clientes nos
pedían crear concursos y promociones a través de las redes
sociales. Y empezamos a ver que este mismo problema lo tenían otras
empresas en el resto del mundo", comenta Lucas Emma, socio
fundador de la compañía. El chispazo fue ver que, a través de
desarrollo informático, era posible crear una herramienta digital
que permitiera la gestión de redes sociales y la creación de estas
promociones de manera fácil y rápida. "Entonces pasamos de ser
una empresa de servicios a una empresa que oferta productos."
Los números varían y hablar del total
de startups que están activas en la Argentina es una quimera. "Sólo
en algunos países asiáticos hay datos fiables", informa
Tamayo. Pero hay varios rankings internacionales que miden la
popularidad de estas herramientas digitales y, en consecuencia, su
posición en el mercado. Y Argentina es el único país de la región
que sitúa a una de estas aplicaciones entre las 100 primeras. Según
el portal "startup ranking", Taringa ocupa el puesto 39 del
mundo. Esta clasificación tiene en cuenta parámetros como el número
de usuarios, la influencia en redes sociales y su repercusión
global. Para encontrar la siguiente aplicación latinoamericana hay
que bajar hasta el puesto 185 con la brasileña Skoob; La chilena
chevereto es la número 403; la colombiana Pulzo, la 419; la uruguaya
Feng Office, la 1186…
El secreto del éxito de este portal
argentino, que cuenta con más de 27 millones de usuarios registrados
es "haberle dado la vuelta al concepto de red social",
desvela Matías Botbol, socio de la empresa. "Taringa es un
lugar dónde la gente comparte información que considera importante
y puede ser útil para otros usuarios con independencia de que sean
amigos." Y ahí reside la clave. El flujo de información crea
una segmentación por temas y usuarios que explotan desde el punto de
vista publicitario. "Es una plataforma que llega a mucha gente y
brinda la oportunidad de insertar publicidad de manera segmentada en
base a los contenidos o al perfil de los usuarios. Si hay una
información que habla de autos, tenemos la oportunidad de insertar
publicidad sobre autos; si un cliente quiere segmentar su campaña
para el público de un determinado país también podemos hacerlo",
explica Botbol. Y la cosa funciona. Taringa no deja de crecer y la
empresa mantiene, en estos momentos, 40 puestos de trabajo.
El crecimiento a corto plazo es el nexo
de unión de este tipo de emprendedores. "Son personas que
imaginan grandes negocios para que funcionen a nivel global",
dice Lorena Suárez, "country manager" de Wayra Argentina,
un acelerador de empresas tecnológicas vinculado a Telefónica. La
mecánica de estos aceleradores es sencilla; aportan capital y
acompañan a las empresas durante sus primeros meses de vida hasta
que éstas ya pueden funcionar por sí mismas. Según explica
Suárez, el emprendedor argentino piensa en grande. "En Wayra
teníamos la hipótesis de que había talento emprendedor en el país
y en estos últimos años analizamos más de 5000 proyectos. Eso nos
indica que existe un volumen grande de emprendedores desarrollando
soluciones digitales en distintas industrias." Según Lorena
Suárez, el apoyo de este tipo de aceleradores es crucial para la
expansión de las empresas.
De la mano de Wayra, Social Tools logró
"escalar tanto a nivel de clientes, como de mercados",
indica Lucas Emma. Al principio, el objetivo fue Latinoamérica, pero
"vimos como crecíamos y empezábamos a tener clientes de otras
partes del mundo". Este proceso de crecimiento llevó a esta
empresa cordobesa a comprar Postcron, una compañía holandesa que ha
multiplicado la capacidad de negocio de estos argentinos que, en
apenas dos años, han pasado a "gestionar, más de 2 millones de
cuentas en 170 países". "Este nivel de clientes sería
algo impensable para una empresa de servicios; pero a través del
desarrollo de software es totalmente posible y superable, porque
nuestra idea es seguir creciendo", comenta. Pero no es el único
caso; Taringa ya piensa en implementar su red social en otros idiomas
e Increase ya ha dado el salto a Chile y pone sus vistas en el
mercado brasileño donde el número de terminales de tarjetas
bancarias "multiplica por diez a los existentes en la
Argentina".
Fuente: InfoNews
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