domingo, 8 de abril de 2012

Multan a Telefónica de España por abuso de posición dominante



Tras un largo proceso legal, la operadora de telecomunicaciones Telefónica de España deberá pagar una multa de 151,8 millones de euros por abuso de posición dominante en el mercado de banda ancha. De acuerdo al tribunal europeo que dictaminó la medida, quienes debían pasar por su canal de distribución de Internet quedaban en desventaja competitiva. Para Latinoamérica el comportamiento implica un llamado de atención a los gobiernos de la UNASUR que, a través de varias iniciativas, proponen la soberanía en la red y una participación más equilibrada en el tráfico digital de la región.



El castigo a una de las principales prestadoras mundiales de telefonía fija, móvil y de datos (Internet) fue ratificado por el tribunal europeo que defiende la competencia, con sede en Bruselas (Bélgica).
El fallo ratifica una decisión, apelada por Telefónica en 2007, por la que la entonces comisaria de la Competencia, Neelie Kroes, había entendido como “muy grave” las barreras de entrada impuestas a otros proveedores de servicios de banda ancha o ADSL (línea asimétrica de suscripción digital, en castellano). Así, la comisión comunitaria entendió, la semana última, como abusivos los precios que debían pagar los competidores por el uso de la infraestructura, que superaban un 20 por ciento de la media europea de entonces.
El caso se corresponde a una investigación de cinco años (2001-2006), luego de una denuncia realizada por la firma francesa Wanaddo (Orange), en la que se comprobó un trato selectivo en materia de precios mayoristas para los incumbentes. Esto quiere decir que los interesados en participar en el sector de las telecomunicaciones, en apogeo una década atrás, debían pagar tarifas excesivas para un mercado que  sólo estaba regulado en los precios minoristas.
El resultado directo: fuertes limitaciones para los pequeños operadores en lograr ecuaciones comerciales rentables o la consecuente prestación de servicios precarios a los consumidores finales como única opción para solventar la estructura de costos.
El resultado indirecto: competencia nula y consolidación de actores monopólicos en un sector comunicacional de plataformas comunicacionales hoy convergentes, y sus múltiples negocios asociados.
En los hechos, los jugadores actuales son quienes pudieron sobrevivir a las presiones tarifarias de los dueños de los canales de distribución (fibra óptica) por los que se comunica el mundo.
El principio base promovido por la UIT (Unión Internacional de Telecomunicaciones), perteneciente a las Naciones Unidas, consiste en generar condiciones de equilibrio en donde los dueños de la infraestructura cobren una cuota mínima de ganancia sobre el costo de mantenimiento de su capacidad instalada y así abrir el mercado a nuevos actores, en donde su ingreso permita incentivar la demanda con precios de tendencia decreciente y cuyo objetivo final es universalizar el acceso.
Para Latinoamérica tal decisión resulta de singular importancia, ya que se trata de una medida ejemplificadora en un ámbito reducido con sólo tres proveedores mayoristas que abastecen de cables submarinos interoceánicos la región: Telefónica  Wholesale Services (Grupo Telefónica), Global Crossing, y, de menor envergadura, Atlantic2 (Grupo Telecom). Vale destacar que sin este acceso al tendido internacional de fibra óptica se obstaculizaría la planificación de redes propias como  las implementadas en el marco del Cosiplan (Consejo Suramericano de Infraestructura y Planeamiento).
En este sentido se trata de problemas propios de mercados imperfectos, con tendencias monopólicas ajenas al complejo proceso de integración regional, en materia de telecomunicaciones, que tiene a Brasil y Argentina como principales impulsores.


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