Redes de Comunicación Solidaria: el desafío es ya
(Por Fabián Silveira – Integrante de Usina de Medios). La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, no solo representa un cambio de paradigma desde dónde y cómo entender las nuevas formas de hacer televisión, sino desde una nueva forma de interpretar la comunicación. Del espectro comunicacional, el 33% del espacio está garantizado para personas de existencia ideal sin fines de lucro, es decir en este recorte se encuentra la posibilidad que cooperativas y mutuales puedan hacer llegar sus voces, ideas, trabajos, en definitiva las ventajas sociales, económicas, culturales y pedagógicas del acto cooperativo y mutual.
Que el sector representa casi el 10% del PBI, que genera más de 500.000 puestos de trabajo, que existen ya más de 5.000 cooperativas genuinas, y que hay cerca de 10 millones de personas que consumen algún bien o servicio producido por cooperativas y mutuales (aunque muchas veces no lo sepan), no son solo datos de la realidad, sino ejemplos concretos, de subsistir, producir y generar una forma alternativa de producción y su forma de repartir riquezas. En las cooperativas, no hay ganancias, hay repartos de excedentes que sus asociados deciden el cómo y cuanto capitalizan y y/o reparten sus asociados como anticipo de retorno, a través de sus asambleas como máximo órgano de representación y la manera más democrática y horizontal de tomar decisiones.
Ahora bien, el desafío tiene que ver, que estamos ante la oportunidad histórica y en condiciones formales y objetivas de poder mostrarlo. Los viejos modelos de televisión, basados fundamentalmente en una estructura concentrada, o en una especie de isla de autoabastecimiento que asuma toda la cadena de - pre producción, producción y posproducción - hoy resultan inviables por sus altísimos costos, pero aún más, ni siquiera es ya el modelo del cual queremos ser parte. Los medios de comunicación solidarios, lograrán escala y pantallas masivas a través de la integración, rompiendo el imaginario de “cuidar la quintita”, para pasar de la “competencia”, a la complementariedad donde cada uno juegue desde donde sabe y puede, a fin de fortalecer un espacio de convergencia nacional y regional como es la economía solidaria.
Desde el programa Usina de Medios, estamos convencidos de trabajar en pos de lo que defendemos como la estrategia de las cuatro integraciones, es decir: de generar nuestros propios referentes en pos de sus comunidades, generar nuestras propias voces, la integración en Redes, rama o subrama de la actividad, y la integración Latinoamericana e Iberoamericana. En este último punto es donde nos detendremos brevemente.
Trabajar en bloque significa la posibilidad de rescatar aquellos patrones que tenemos en común, en principio con los países hermanos del Mercosur, y de toda América Latina, y es aquí donde el sector cooperativo y mutual debe tomar la posta. Hoy Argentina expresa la voz cantante de estas transformaciones comunicacionales, y en este sentido existen varios ámbitos donde estamos y donde debemos estar. Es así que espacios de contrucción colectiva como la Red del Sur, el Cicopa Mercosur (Organización Internacional de las Cooperativas de Producción Industrial, Artesanal y de Servicios), ACI Américas (de hecho con representación formal en distintas Secretarías), el Consejo Social de la Cancillería Argentina, el espacio nacional especializado de comunicación del Mercosur, la Unasur. Son todos lugares donde estamos aportando nuestra visión de mundo a través de la comunicación, y desde donde intentamos construir nuestros discursos.
Hoy estamos contentos, de haber pasado de la instancia de la protesta, a la propuesta, de la chance concreta de construir nuestras propias pantallas; y el trabajo continental es una parte de este juego contra hegemónico.
El desafío es ya, y lo estamos aprovechando
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