Jerzy Kalinowski. "Hace falta un mapa regulatorio a 10 años que dé confianza"
"En la Unión Europea, el 50% de los hogares se conectará a Internet a velocidades superiores a los 100 megas, y en Estados Unidos, según la Comisión Federal de Comunicaciones, más del 70% de los hogares se conectará a la Red a velocidades aun superiores para 2020", afirmó el especialista en una entrevista con La Nacion. Además de la FTTH, en la agenda de Kalinowski -que tiene a cargo el sector de Tecnología, Medios y Telecomunicaciones (TMT) de KPMG para Europa Central y Oriental, un mercado en plena ebullición- también entran la escasez de espectro y la consiguiente rivalidad entre telefonía móvil y televisión digital terrestre por ese recurso; el uso compartido de las redes inalámbricas por parte de los operadores y la próxima generación de comunicaciones móviles.
(Por José Crettaz). Según el especialista, invertir en fibra óptica aumentaría la conexión de los hogares. La sigla FTTH significa fibra directa al hogar en inglés. Y en la tecnología a la que refiere ese nombre está la clave del desarrollo de la banda ancha, la televisión, el entretenimiento y las comunicaciones en los próximos años. En otras palabras: FTTH es conectividad en el hogar a velocidades de 200 megas o más, servicios de calidad y a precios accesibles. Jerzy Kalinowski, ejecutivo de la consultora KPMG, se especializa en el desarrollo de redes de FTTH y en las estrategias regulatorias que impulsan su instalación.
En la Argentina, ninguno de esos ámbitos tiene aún un marco regulatorio específico que impulse una conectividad de calidad -es decir, fácilmente accesible y creciente ancho de banda- y a precios accesibles.
-¿De qué forma podría la regulación alentar el desarrollo de redes FTTH?
-La tecnología de FTTH brinda la oportunidad de ofrecerles a los clientes servicios de banda ancha de alta velocidad, 200 megas o más, superiores a otras tecnologías como el ADSL [usado por las telefónicas] o Docsis [de la televisión por cable]. Además, la FTTH tiene ancho de banda suficiente para facilitar la televisión sobre Internet [IPTV], los canales HD y otros servicios de entretenimiento en el hogar. Antes de sancionar leyes, las autoridades regulatorias deben comprender la naturaleza de la inversión en FTTH, cuyo impacto en el mercado de las telecomunicaciones y en la economía en su conjunto se observa en el largo plazo. Hace falta un mapa regulatorio a diez años que les dé a los inversores la confianza en la dirección que tomarán las iniciativas regulatorias y su impacto en el retorno de la inversión.
-En la Argentina, las operadoras móviles disponen hoy de menos espectro que hace una década y la subasta de frecuencias fue cancelada. ¿Sería útil compartir redes para descomprimir el espectro?
-Estamos frente a una tendencia creciente entre los operadores a compartir elementos activos de la red de acceso de radio (RAN). Compartir estos elementos activos permite racionalizar la ubicación de las estaciones base, permitiéndoles específicamente brindar mejor cobertura en áreas con menor densidad de población. A las operadoras móviles les permitiría reducir entre un 20 y un 30% la cantidad de estaciones base, con una baja del costo en bienes de capital y gastos operativos del 30 al 40%. Las operadoras argentinas podrían destinar los porcentajes ahorrados a la aceleración del canje de tecnología.
-Aquí también se debate qué privilegiar en el uso del espectro de frecuencias, si la conectividad móvil (3G, 4G) o la televisión digital terrestre. ¿Habría que priorizar un medio y una tecnología versus otra?
-Sí, en la medida que esa prioridad conlleve un ahorro neto de espectro en beneficio de la gente. Sigue siendo afirmativa si cuando se prioriza una tecnología en desmedro de otra, se usa el espectro existente con mayor eficiencia. Pero la respuesta es negativa cuando un tipo de medio [es decir, la televisión versus las comunicaciones móviles] recibe beneficios que limitan la expansión de otros tipos de medios. A causa del desarrollo de las tecnologías radioeléctrica y digitales, en la mayoría de los países no hay ancho de banda suficiente para todas las aplicaciones posibles, tales como la telefonía móvil (2G, 3G y 3G), telerradiodifusión, wimax, etcétera. En este sentido, todos los países enfrentan el mismo dilema con respecto a cuál debe tener prioridad. Por otro lado, el despliegue de la TDT en un país deja una significativa porción de espectro a disposición de la conectividad móvil.
Fuente: www.lanación.com.ar
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