jueves, 7 de noviembre de 2013

Medios: la desconcentración de Clarín y los desafíos a futuro

Entrevista con el especialista en comunicación Martín Becerra. "No conozco un antecedente de un mismo grupo que, obligado por una regulación estatal, conduzca y administre su propia desconcentración", describió.


Por Enrique de la Calle


- ¿Qué valoración hace de la propuesta que hizo el Grupo Clarín?
Martín Becerra: Es una propuesta que desborda las exigencias de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Es una propuesta de reorganización del Grupo en una red de empresas. Aunque forzado por la ley, no sólo se presenta para cumplir con la norma sino con la idea de posicionarse frente al escenario de desarrollo de los medios y de la convergencia entre medios e internet.


- Clarín propone dividirse en seis unidades. Si no entendí mal: ¿usted decía que el grupo está pensando en vender cuatro de esas unidades?
MB: No. Lo que dice el plan es que el corazón de las actividades del Grupo están en las dos primeras unidades. En la primera, tiene la producción de contenidos audiovisuales. En la 2 tiene las redes de transporte de contenidos, básicamente Cablevisión y Fibertel (aunque hay licencias de Cablevisión en otras unidades). Mi interpretación es que hoy el grupo es un conglomerado multimedios que reúne numerosísimas actividades de producción, transporte de contenidos, en diferentes soportes. Está todo mezclado en el Grupo. De aprobarse y desarrollarse este plan vamos a una red de empresas con objetivos y prácticas productivas muy específicas. Clarín se va a transformar en una red de empresas específicas, no tan conglomérales, y el corazón de la actividad va a estar en las unidades 1 y 2. De ahí que mi interpretación es que las otras unidades no tienen tanta importancia en el diseño de este plan.


-En el plan no se dice nada del diario Clarín ni de las actividades de AGEA. ¿Es así?
MB: Claro, sobre las actividades gráficas, la participación en Papel Prensa, la agencia DYN, es decir, todos los medios que no son alcanzados por la ley de Medios (son muchísimos) quedan afuera de este plan. No dice nada. Hay dos posibilidades: una es que se asocien a una de las unidades. Otra es que todos esos medios que quedan afuera de los alcances de la ley se constituyan en una nueva unidad. Tendría una lógica defensiva. El Grupo Clarín se atajaría ante leyes futuras, hipotéticas. Pongamos que Clarín ata todas las actividades a la unidad 1 y dentro de tres años el Congreso dice que un grupo no puede tener gráfica y canal de televisión. Se deben haber curado de espanto y deben pensar en esta posibilidad.


- ¿Hay otros antecedentes a nivel mundial o regional de otro conglomerado de medios que se reduzca notablemente a partir de una intervención del Estado?
MB: Hay antecedentes de medios intervenidos por el Estado, de estatizaciones. De esos, hay muchos ejemplos. Sin embargo, no conozco un antecedente de un mismo grupo que, obligado por una regulación estatal, conduzca y administre su propia desconcentración. Hay grupos que han vendidos medios a partir de otras situaciones, por una crisis económica por ejemplo. En este caso es obligado por una ley anti concentración. Este tipo de antecedente, si lo hay, no lo conozco.


- ¿Y el caso podría servir como un antecedente virtuoso para países como México o Brasil, donde existen grupos con importantes niveles de concentración?
MB: Los poderes estatales en Brasil no han dado señales concretas de querer avanzar en alguna regulación que procure limitar la concentración altísima que por ejemplo tiene la televisión abierta en el caso de O Globo. Los mexicanos miran con interés el caso. No, porque la regulación sea parecida ni su estructura de medios sea la misma. Pero ahora la reforma constitucional propuesta ahora mismo por Peña Nieto impulsa una desconcentración en el mercado de televisión. Hay mucha diferencia entre los casos argentino y mexicano. Pero ahí tenés otro caso interesante. El grupo Televisa va a tener que ceder cuotas de mercado a una nueva competencia. Eso ocurre en simultáneo con la desconcentración del mercado de telecomunicaciones que hoy está en manos de Telmex, situación que en la Argentina no se da. Porque hablamos de la concentración del mercado audiovisual y no se dice nada de la concentración en las telecomunicaciones.


- Anoche, en televisión, el vocero de Clarín decía que los medios audiovisuales no son rentables. Que lo son siempre y cuando estén incluidos en otra escala de negocios. ¿Cuál es su opinión al respecto? 
MB: Es una discusión que tiene muchas variables para considerar. No podés cerrar ni con un sí ni con un no. Los medios privados en la Argentina tienen dificultades para lograr rentabilidad, y de allí la profusa pauta oficial que hay, no sólo del Gobierno Nacional. Muchos medios privados comerciales no podrían sobrevivir sin la pauta oficial. Miremos lo que pasa con los 5 canales de la Ciudad de Buenos Aires. A uno lo banca el Estado, Canal 7. Otro es del Grupo Clarín, que tiene gran escala. Otro es Telefónica, también con escala. Otro es de Ángel "el fantasma" González, que tiene un esquema económico muy curioso donde el Gobierno Nacional pone muchos recursos. El quinto es del Grupo Vila - Manzano - De Narváez, que es un grupo económico muy importante. Qué te quiero decir con esto: los canales de aire de la plaza más importante, como es la Ciudad de Buenos Aires, pertenecen a grandes grupos. Eso parece darle la razón al vocero de Clarín cuando dice que se necesita escala. Pero hay empresas periodísticas como La Nación que tiene un funcionamiento saludable sin estar asociada a un gran grupo. Concentra su actividad sobre gráfica y funciona económicamente. Por eso te decía que hay muchas variables a considerar.


-Habló en un momento de la convergencia, pienso en el "Triple Play". ¿La regulación argentina está preparada para ese nuevo escenario tecnológico?
MB: Es un capítulo pendiente. La ley de Servicios de Comunicación Audiovisual no lo resolvió a partir de las negociaciones entre el Gobierno y algunos sectores opositores.


- El primer boceto de la ley, sí contemplaba ese escenario.
MB: Claro, pero sectores de centroizquierda pidieron dejar afuera a las telefónicas. Para mi fue un error porque la ley contemplaba la participación de las telefónicas pero con muchas limitaciones. De cualquier modo, eso quedó afuera de la ley. Por eso creo que en el futuro no muy lejano habrá que diseñar una regulación complementaria de la actual que contemple la convergencia y el triple play, y que le imponga condiciones rigurosas a las telefónicas. Imagino también que establezca condiciones de neutralidad de la red para los proveedores de conexiones a internet. Imagino una regulación más integral. Hoy eso no está contemplado.  


- Al no estar contemplado: ¿ese escenario favorece a las telefónicas?
MB: De alguna manera sí. Si vos no regulas a los grandes actores, se hacen un festín. Porque se mueven en un vacío legal. Ahora, no es que estemos desactualizados, que tengamos una ley obsoleta como dicen muchos opinadores. Estuve en países del primer mundo y te aseguro que ellos también están desconcertados. No es que ellos la tienen clarísimo y nosotros tenemos una ley del siglo XIX.


- Decía que recorrió países del primer mundo. ¿Hay alguno que sí haya avanzado en este escenario de futura convergencia y que pueda ser tomado como modelo?
MB: Sí, hay avances. Están desconcertados pero están avanzando en la materia. La Comisión Europea viene regulando los servicios audiovisuales que ellos describen en lineales o no lineales. Lineales son los que tienen programación, más allá del soporte (puede ser por internet, por cable o aire, no importa). Son avances que ellos mismos también ven como insuficientes. Lo que pasa es que la tecnología avanza y los deja en off-side a los legisladores. Regular la convergencia es un desafío en todo el mundo. En Argentina es un desafío mayor porque la ley dejó afuera a las telefónicas.

Fuente: Agencia Paco Urondo

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