lunes, 21 de mayo de 2012

Buscan repetir en el interior el auge de la industria cultural



El gobierno nacional quiere trasladar la experiencia del Mica en favor de la integración, generando rondas de negocios en las provincias entre productores y compradores de países vecinos. El gobierno apunta a dinamizar  el mercado de las industrias culturales, que actualmente representa el 3,5% del PBI nacional y atraviesa su sexto año consecutivo de expansión, enfrentando el desafío de su alta concentración en la región metropolitana. 
De este modo, con el desembarco de los Pre-Micas en las provincias, se generarán rondas de negocios inéditas hasta el momento que incluirán encuentros entre compradores nacionales e internacionales y representantes de cada una de las industrias, como directores de cine, diseñadores de moda y desarrolladoras de videojuegos provenientes de Colombia, Brasil, Uruguay y México, entre otros. La apuesta de trasladar la experiencia que se vivió el año anterior en Buenos Aires bajo el nombre de Mica aunó el esfuerzo de tres ministerios nacionales (que incluyen al de Turismo, Cultura e Industria, junto a la Cancillería) y consiste en poner en vidriera las actividades tanto de los sectores editoriales, de diseño, cine, artes escénicas, videojuegos y música. 

Al respecto, Rodolfo Hamawi, director Nacional de Acción Federal e Industrias Culturales del Ministerio de Cultura de la Nación, en diálogo con Tiempo Argentino, contó: “La idea  es salir a pelear la asimetría geográfica en las provincias, vamos a desarrollar seis Pre-Micas (Premercado de industrias culturales). Empezamos por el NEA y desde allí Formosa, en la que ya participaron en ronda de negocios más de 350 productores de la región y se juntaron compradores nacionales representantes de otras provincias como de países vecinos. El próximo lo vamos a hacer en Tucumán a fin de este mes, tenemos más de 500 inscriptos”, dijo entusiasmado.

A su vez, el funcionario explicó que en dicha provincia se realizaron más de 700 encuentros en los que se cerraron acuerdos claves: “Tenemos un listado de todos los productores de la región que antes no se conocían entre ellos y ahora se agruparon, ese es todo un avance.” También se creó una asociación de productores musicales oriunda del NEA y quedó constituido un núcleo base para producir videojuegos regionales. Dicho sea de paso, los videojuegos hoy son una de las industrias culturales más jóvenes y fructíferas del país, con más de 65 empresas que producen un total de U$S 50 millones anuales en volumen de ventas. En otro orden de cosas, Hamawi reflexionó sobre los desafíos de uno de los sectores más importantes nucleados dentro de las industrias culturales, el editorial, resaltó el valor  de las pymes y la necesidad de volver a imprimir libros en el país limitando a las grandes editoriales que imprimen afuera para abaratar costos: “No decimos que Planeta o Sudamericana jueguen en contra de la edición, pero monopolizan toda forma de producción editorial dejando afuera lo que muchas veces después generan las pequeñas editoriales. Tenemos derecho a decidir apoyar a esta última forma de  producción porque las pymes son los sectores que van a apostar siempre al país”, expresó.

En cuanto al tema de la soberanía cultural, contó que el gobierno está buscando equilibrar la exportación de libros para que la cadena de valor funcione en un sentido operativo. No es casual que en la última década se haya percibido  un crecimiento notable en cuanto a la producción de libros argentinos, tanto en la cantidad de títulos registrados como en la cantidad de ejemplares impresos. Por ejemplo, en 2002, los títulos habían caído a 10.346, mientras que en 2010 se superaron los 26.390, es decir más de un 150% de aumento. En este sentido la apuesta es que entre este año y el próximo se reduzcan los 71 millones de dólares de déficit comercial del área de servicios de impresión. “Los libros argentinos se tienen que volver a imprimir acá, porque contamos con capacidad en las imprentas y en las papeleras, tenemos que volverlas competitivas de nuevo en calidad y en precio”, expresó. 
Por lo cual en los últimos días se realizaron una serie de reuniones entre el sector editorial, el papelero y el gráfico para establecer reglas de juego claras que reviertan la tendencia de las grandes editoriales a imprimir fuera del país sin ningún tipo de reestricción. “Destruir la mano de obra argentina es algo que a esta altura nos parece inaceptable”, concluyó.

FUENTE: http://tiempo.infonews.com

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