Un ejecutivo de Microsoft visitó la residencia presidencial para presentar un programa de “desarrollo sustentable”

Subrepticiamente, el jefe operativo de Microsoft, Kevin Turner, se
metió en la residencia de Olivos hace unos días y anunció un programa para
atraer talentos y emprendedores a “la
industria argentina de software”. El programa BizSpark propone entregar
licencias gratuitas a emprendedores para “enriquecer el segmento de
aplicaciones en plataformas Windows 8 y Windows Phone en la Argentina”.
Turner también compartió el encuentro con Cristina Fernández de
Kirchner para darle a conocer detalles del programa Imagine Cup, una
competencia para estudiantes de Microsoft “destinada a incentivar el estudio de
carreras técnicas en un sector de alta empleabilidad, y el crecimiento del
programa BizSpark”. También presentaron un proyecto argentino llamado Boddy
Music, un software de inclusión social de personas con discapacidad.
No
se sabe si se trató de un virus, o una puerta trasera mal cerrada, pero Turner
estuvo en la residencia junto a Hernán Rincón, presidente de Microsoft para
América latina, y Sandra Yachelini, directora general de Microsoft para la
Argentina y Uruguay, junto a la ministra de Industria, Débora Giorgi; el
ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao, y el
ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, con quienes compartieron los
temas de trabajo del Plan Nacional de Desarrollo Sustentable de Microsoft para
el país. Si bien no se anunció un acuerdo concreto, los ejes presentados de
“educación, trabajo e innovación” que incluyen programas de “capacitación”
hacen suponer algún tipo de apoyo más concreto entre ambos sectores.
El simbolismo del encuentro no es menor, teniendo en cuenta que
dentro del Gobierno hay una fuerte línea militante que brega por el software
libre como política de Estado (cuyo sistema operativo más conocido es GNU/Linux
y tal vez los programas más conocidos son el navegador Firefox o el paquete de
oficinas LibreOffice). El gobierno nacional viene organizando desde hace tres
años el Congreso Internacional de Software Libre en la Biblioteca Nacional.
Muchos recuerdan como “un triunfo de la comunidad” en cuyo discurso inaugural
tuvo al entonces ministro Aníbal Fernández hablando de “software libre y
público”.
Si se busca un rato, la web está plagada de iconografía peronista
ligada al software libre (como el sitio del Ubuntu peronista, o “Si Evita
viviera sería linuxera”) o la versión de Linux Peron 1.0. De allí que esa
preocupación por un apoyo mutuo entre el Gobierno y Microsoft fue hecha saber
por una serie de organizaciones vinculadas con el software libre, las que en
estos días inundaron las redes sociales con una “Carta abierta” a Cristina
Fernández de Kirchner publicada en el sitio softwarelibreconcfk.com.ar y
firmada por Sebastián Alvarez, Horacio Arroyo, Patricio Bandurek, Jorge
Cabezas, Juan Manuel Carranza, Javier Castrillo, Vladimir Di Fiore, Ricardo Di
Pasquale, Facundo Darío Illanes, Exequiel Lacovsky y Martín Olivera, entre
otros referentes.
“Compañera Presidenta”, inicia la carta: “Entendemos que desde el
25 de mayo de 2003 vivimos un proceso de transformación, donde la
profundización de nuestra soberanía y la lucha contra los monopolios de la
comunicación han sido ejes centrales de este proyecto nacional y popular. El
software libre va exactamente en la misma dirección que esas políticas tan
valientemente implementadas primero por el compañero Néstor Kirchner y luego
por usted, ya que nos da la posibilidad de obtener la soberanía tecnológica
necesaria para encarar este período de desarrollo nacional, y evita la
proliferación de monopolios”, dice la carta.
Microsoft apuesta fuertemente a ganar mercado en dos mundos
tardíos para su presencia mundial. Recién el año pasado hizo un acuerdo con
Nokia para meterse de lleno en el mundo móvil y se espera que para 2012 llegue
con Windows 8, un sistema de escritorio también pensado para tabletas. El
programa BizSpark ofrece una batería de servicios gratuitos que permite a los
desarrolladores trabajar sobre aplicaciones para Windows sin tener que
preocuparse por las licencias. Richard Stallman, el gurú del software libre,
suele decir que se trata de “darles droga gratis a los niños”.
La declaración conjunta de Software Libre con Cristina recuerda el
lugar de Microsoft como empresa monopólica en el negocio de las computadoras de
escritorio (90 por ciento) y una corriente en América latina que ha apostado
por el software libre como política de Estado, tales los casos de Rafael
Correa, Hugo Chávez y Lula da Silva. “En Ecuador, Venezuela y Brasil, la
implementación de Software Libre es política de Estado.” En la Argentina ya hay
dos provincias que consideran política pública el Software Libre, como Río
Negro y Santa Fe. Sin embargo, “es fundamental que desde el Estado nacional se
considere una Ley de Software Libre que haga su contribución al proyecto
nacional y popular, en pos de la soberanía tecnológica”, dicen.
Para los autores de la carta el software libre es una herramienta
para “sustituir importaciones”, y hay una extensa red de cooperativas y pymes
que generan trabajo de valor agregado en contraposición con empresas que “se
limitan a la venta de dólares de licencias de software”. Para cerrar, los
autores dicen: “La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y el Programa
Conectar Igualdad son ejemplos inmejorables de lo importante que es
democratizar la palabra y el acceso y la participación en materia de comunicación.
El software privativo es una piedra en ese camino”. Cierren la ventana que
entra frío.
FUENTE: www.pagina12.com.ar
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