Qué logró la Ley de Medios a tres años de su sanción
(Por
Santiago Eguía) El
11 de octubre de 2009 el Senado de la Nación aprobaba con 44 votos a favor y 24
en contra, luego de casi 20 horas de debate, la ley de Servicios de
Comunicación Audiovisual. En
ese sentido, el subsecretario general de la Presidencia, Gustavo López,
destacó, de estos tres años, la "Televisión Digital Terrestre" y
resaltó la importancia de la aplicación del Banco Audiovisual de Contenidos
Universales (Bacua). "Hasta ahora la generación de contenidos, de ficción
por ejemplo, estaba concentrada principalmente en Telefé y Canal 13. Ahora, con
el Bacua la situación comienza a variar", señaló.
Asimismo,
remarcó "la posibilidad de que universidades" accedan a un espacio
mediático por cuenta propia y lo que eso implica en la diversidad de voces y
contenidos.
En
tanto, como uno de los puntos a profundizar, López señaló la situación de las
radios. "Es una tarea compleja, pero es fundamental regularizar las
radios", explicó.
Por
otro lado, el funcionario se refirió al freno judicial que puso el Grupo Clarín
a la aplicación del artículo 161 de desinversión, clave en la lucha
antimonopólica.
"El
7 de diciembre va a abrir la posibilidad de que haya más pluralidad de voces,
pero además hay que crear más licencias de cable y canales", puntualizó.
Asimismo,
hizo hincapié en que esa fecha no sólo es importante por la desinversión que
tendrá que realizar el grupo Clarín -si la situación judicial continúa como
hasta ahora- sino que otros grupos mediáticos también deberán seguir el mismo
camino. Y mencionó a Vila-Manzano.
Por
otro lado, el balance del especialista en comunicación y autor de Los
monopolios de la verdad, Martín Becerra, fue distinto. "Es una muy buena
ley que ha sido hasta ahora muy poco aplicada. El Gobierno no la aplicó como
debía y la oposición tampoco estuvo a la altura de los desafíos de la ley. Los
grupos concentrados por su puesto resisten la aplicación, algo que era
previsible. Hay poco para festejar a tres años porque muy poco de la letra de
la ley se ha cumplido", expresó.
También
señaló la "oposición corporativa, pero esperable, de los grupos
concentrados de medios".
A
su vez, Becerra detalló cuáles fueron los puntos más importantes de la ley que
faltan por cumplir: "El 33 por ciento (del espectro audiovisual) para las
organizaciones sin fines de lucro no se les dio; la integración de la oposición
en los órganos de aplicación y control de la ley no se realizó; la elección del
defensor del público no se hizo; los medios públicos que deberían ser públicos
y no gubernamentales son gubernamentales y no públicos; la tarifa social para
la televisión por cable tampoco se implementó".
Por
último, Becerra sostuvo que para que se modifique la situación "depende
mucho del Gobierno y de las fuerzas de la oposición".
Desde
otro punto de vista, el Director de la carrera de Ciencias de Comunicación de
la UBA y uno de los participantes en la elaboración de los 21 puntos básicos
por el derecho a la comunicación que sirvieron como base de sustentación para
la ley, Glenn Postolski, evaluó la situación en términos históricos.
"Lo
primero que hay que pensar es que durante 54 años lo que estuvo en vigencia
fueron decretos leyes establecidos por dictaduras militares. Entonces hay que
contrastar 3 años con 54. Durante 54 años se cimentaron las bases para un
sistema basado en pequeños grupos muy concentrados que tuvieron a la
comunicación como una lógica mercantil. Desmontar eso que se construyó a lo
largo de 54 años no es una tarea que se resuelva con la sanción de la ley y
sólo con la expresión de la voluntad sino que forma parte de un proceso
cultural y los procesos culturales tienen otros tiempos que los tiempos
políticos. Suelen ser más lentos y pueden tener otras variables y generar
alternativas de forma muy diferente", detalló.
Asimismo,
destacó: "Hay que pensar más en términos de largo plazo y que en ese largo
plazo el balance inicial es positivo en tanto y en cuento uno puede tener la
expectativa de la aparición de un escenario mucho más plural y diverso. En
estos tres años recién comienza a verse de forma muy incipiente. A partir de la
aplicación, en términos legales, de la totalidad de la ley va a dar lugar a
profundizar este escenario. Hasta ahora ningún gran grupo comunicacional tuvo
la obligación de adecuarse a los términos de la ley. Eso recién va a comenzar a
producirse con la voluntad de la autoridad federal a partir del 7 de diciembre.
Y a partir de ese momento es donde estas nuevas experiencias van a adquirir
también una nueva condición de visibilidad. Por lo tanto, en ese sentido, la
expectativa es auspiciosa".
En el largo plazo el
balance inicial es positivo
Consultado
específicamente por los artículos de la ley que, a pesar de no estar impedidos
por ninguna medida cautelar, aún no se cumplen, Postolski respondió: "La
ley está en vigencia y las cosas, se supone, van en torno a lo que establece
esa ley. Ahora ¿cuál era la expectativa? ¿La aparición de innumerables nuevas
emisoras? Eso forma parte de un proceso. En muchos casos la aparición de una
nueva emisora tiene que ver con un proyecto que es político, social. Eso no se
constituye de un día para el otro. Ni tampoco se generan las condiciones de
sustentabilidad y financiamiento de ese tipo de proyecto de un día para el
otro. La nueva ley es un marco y en ese marco se emprolijaron algunas
cuestiones y esas cuestiones son un piso y un umbral para que eso se vaya
profundizando".
"La
aplicación de la ley es un proceso no es algo que se sancionó y entonces esto
cambió. Se va cambiando en términos integrales. Y por eso tampoco se puede
desligarlo de los efectos que tiene el cambio del mapa comunicacional que se
tiene que dar a partir del 7 de diciembre. El cambio de mapa permite que las
cosas que se vienen generando adquieran un nuevo tipo de relevancia",
agregó.
Por
último, el académico resaltó "la experiencia de la Televisión Digital
Terrestre" porque "es un impulso de una política pública que marca un
cambio".
"Se
puede permitir a millones de personas, principalmente a aquellos vinculados a
los sectores más excluidos de la sociedad, acceder a bienes simbólicos de
manera gratuita. Permite construir una conciencia de que la televisión es un
bien para la sociedad, que es gratuito, y que esa televisión tiene que tener
una alta calidad de emisión y a su vez una diversidad de contenidos. Ese es un
punto que se empezó a sembrar en los últimos años y que tiene que cambiar la
mentalidad de los usuarios", concluyó.
FUENTE: www.infonews.com
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