Clave para ayudar ante accidentes o catástrofes
Un grupo de investigadores, entre los que participa un
argentino, propone combinar múltiples elementos digitales para agilizar la
llegada de ayuda en esos casos.
En una época donde la información sobre alguna catástrofe
(tanto natural como causada por el hombre) llega a todo el mundo en cuestión
segundos, a través de las redes sociales, Internet y los medios de
comunicación, disponer de herramientas que permitan actuar rápidamente es
prácticamente una obligación.
El doctor Javier Orozco, investigador del Conicet y Director
Decano del Departamento de Ingeniería Eléctrica y de Computadoras de la
Universidad Nacional del Sur, formó parte de un equipo internacional que diseñó
un sistema colaborativo sobre diferentes plataformas y tecnologías para mejorar
las respuestas en caso de catástrofes o accidentes. Se utilizan todos los
dispositivos que se pueden conectar a la web (Internet de las cosas) para crear
un alerta y así responder rápidamente ante cualquier eventualidad.
"La Internet de las cosas pareciera ser el destino
común donde convergen dos temáticas estrechamente vinculadas: por un lado el
desarrollo de ciencia y tecnología de circuitos digitales de alta complejidad y
microprocesadores, y por el otro, sistemas colaborativos sobre diferentes
plataformas y tecnologías. En ese sentido, el sistema propuesto requiere tanto
de la intervención humana como del aporte de tecnologías de comunicación,
procesamiento y de repositorios de datos", explica Orozco.
El trabajo ya fue publicado en la revista especializada
Sensors, y en él también intervinieron investigadores de la Universidad
Politécnica de Cataluña y de la Universidad de Chile.
La idea es actuar cuando sucede una catástrofe urbana o un
accidente que requiere la intervención de varios actores, ya sea la policía,
los bomberos o las ambulancias, entre otros.
La utilización de cámaras de seguridad, smartphones,
computadoras y redes sociales pueden proveer información vital e instantánea, y
se la puede aprovechar en un sistema unificado. "Los modelos propuestos
presentan una descripción de las diferentes entidades que componen un escenario
de respuesta y atención de, por ejemplo, una catástrofe urbana. El modelo
elegido fue un accidente ferroviario de seriedad, como el ocurrido en la
estación de Once del 22 de febrero de 2012. Describimos las relaciones entre
esas entidades y planteamos las condiciones para una adecuada coordinación
entre los centros de toma de decisiones y el personal de campo y
rescatistas", agrega el investigador.
Ese accidente fue el elegido por el equipo del que forma
parte Orozco ya que resume los actores y las dificultades de atender la demanda
de los acontecimientos. Por otro lado, porque cuenta con datos que describen la
situación en forma cualitativa y cuantitativa.
De esta forma, con las herramientas disponibles en 2015, el
sistema propuesto por el equipo de investigación le permitiría al conjunto de
rescatistas obtener información del estado de los sobrevivientes, clasifica la
gravedad de las lesiones y determina la mejor forma para su traslado. Dicha
información es utilizada para coordinar el flujo de vehículos terrestres y
aéreos abocados a la atención de la catástrofe como así también a ordenar el
tráfico en la zona. De esa manera, la acción puede ser más rápida y efectiva.
Los distintos gobiernos (nacional, gubernamental o municipal)
pueden aprovechar algunas de estas herramientas para actuar rápidamente: la
tarjeta SUBE por ejemplo, facilitaría la identificación de las personas
involucradas en la formación y su última ubicación registrada. La utilización
de técnicas de procesamiento de video permitiría identificar en forma autónoma
eventos clasificados previamente como críticos y alertar sobre su existencia lo
antes posible.
Contar con la información en el momento no es suficiente. Un
evento de alta complejidad requiere celeridad y coordinación. En una zona
densamente poblada, la respuesta rápida y efectiva permitiría salvar vidas
humanas. El sistema propuesto "facilita el reconocimiento de los
involucrados en el mismo y provee de un cuadro de situación claro y
permanentemente actualizado a las unidades de comando", aclara Orozco.
El sistema expuesto por los investigadores no deja de ser,
por ahora, una teoría. "Hasta el momento, los modelos propuestos han sido
sometidos a simulaciones, pero no han sido implementados físicamente. Las
tecnologías involucradas están disponibles o al menos son asequibles pero aún
así, resulta costosa su implementación en un sistema real debido no solo al
costo de componentes y equipos, sino a que requieren la intervención de
numerosas instituciones gubernamentales y privadas: transporte, telefonía,
policía y bomberos, hospitales, unidades de emergencia y municipales entre
otras", sostiene Orozco.
La rapidez y eficacia en la toma de decisiones, unida a una
información de mayor calidad en términos de consistencia, precisión,
temporalidad y suficiencia, serviría para poder realizar una efectiva tarea del
sistema de rescate y lógicamente aumentaría las posibilidades de salvar vidas.
Fuente: La Nación
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