El espíritu de la Ley de Medios

El debate por la Ley de Servicio de comunicación audiovisual promulgada el 10 de octubre del 2009 por la presidente Cristina de Kirchner, ingresó en la historia por la puerta grande, de la mano de la participación social, de los acuerdos y de la política. El consenso logrado en esa oportunidad fue reflejado por manifestaciones espontáneas en favor del proyecto de los 21 puntos. A menos de dos meses para el 7 de diciembre, el desafío será volver a comprometer a la mayoría de los argentinos para la defensa de los valores de diversidad y pluralidad.
Esa Ley va a ser reconocida, en el futuro como un ejemplo de la práctica democrática en su mayor expresión. Constituido sobre la base de acuerdos entre diversos sectores para la definición de una política comunicacional de alcance mayoritario se llegó a obtener una amplia  aprobación de la cámara de diputados y senadores.
Muy diferente al Llamado Consenso de Washington que imperó en la década del '90. Con el único fin de imponer una ingeniería jurídica, favorable al establishment económico nacional y extranjero, los países centrales impusieron a los débiles gobiernos latinoamericanos recetas económicas que undieron en la pobreza a economía regional.
El 9 de octubre de 2010, los números de aprobación en ambas cámaras, diputados y senadores, legitimaron contundentemente lo que había sido discutido y aceptado, previamente, por el conjunto de la sociedad.
Hoy, después de 3 años, el desafío  de la etapa de aquel triunfo legislativo, no es desconocido por el conjunto de actores que hicieron de motor y usina del espíritu y la identidad de la ley. Recorrieron el país divulgando y llevando a la sociedad el debate, incorporando puntos de vistas, criticas, y aportes diversos que terminaron enriqueciendo el proyecto de ley.
Fue ese uno de los motivos principales por la que la sociedad abrazo la causa por la diversidad y la pluralidad para una política nacional de comunicación, en contra de los monopolios y el discurso hegemónico. Ese rol de difusión y divulgación fue el canal que atravesó los diques, que los medios masivos impusieron a la iniciativa del proyecto.
Hoy, la Presidenta de la Nación, con la designación del Martín Sabatella como responsable mayor al AFSCA vuelve a reafirmar su posición sobre la política nacional en torno a la comunicación. El espíritu de la ley sigue vigente, y la mayoría de los argentinos abraza los valores de diversidad, pluralismo, e inclusión. Desde esta perspectiva nuestra responsabilidad es llegar al 7 de diciembre con la misma fuerza con la que llegamos aquel 9 de octubre de 2009. Y sobre todas las cosas con la certeza de que las convicciones sobre la batalla cultural siguen vigentes.
Silvio Miño
Comunicadores populares
La matanza.