José Orbaiceta: “Nosotros salvamos las empresas que los patrones cerraban en 2001”
El titular de la Federación de Cooperativas de Trabajo de la República
Argentina (Fecootra), José Orbaiceta, repasó con Ansol las
implicancias de la crisis de 2001 en el cooperativismo y el rol de
Estado en la recuperación; insistió en que “se salvaron cientos de
fábricas desde el asociativismo” y apostó a la “integración política”
del sector. “La crisis nos dejó una cicatriz que está sanando”, celebró.
Además, analizó los avances de los trabajadores autogestionados y el
apoyo del Estado a las nuevas cooperativas formadas tras las quiebras de
empresas.
-Pertenece a la grafica Ferrograf, que
en 1985 asume el formato cooperativo, ¿Cómo transitó la crisis que
explotó el 19 y 20 de diciembre de 2001?
- El proceso
recesivo fue muy duro, y en un año pasamos a facturar un tercio de lo
que facturábamos normalmente, apenas podíamos sostenernos y pagar los
créditos. En ese contexto tuvimos que concursar, negociamos con los
proveedores planes de pago, salvamos la empresa y la restructuramos.
Continuamos la marcha de la empresa, la volvimos competitiva y
sustentable, al tiempo en que pagamos las deudas conservando los puestos
de trabajo. La crisis nos dejó una cicatriz que está sanando.
Ante la misma
crisis, los patrones cerraban pero nosotros no cerramos, continuamos y
salvamos cientos de puestos laborales. Nosotros salvamos las empresas
que los patrones cerraban en 2001.
-Desde su
experiencia de más de 30 años en el sector, ¿Cómo se modificó el mapa
del cooperativismo tras la irrupción masiva de las empresas
recuperadas?
-La incursión de las empresas recuperadas fue
una explosión porque el fenómeno venía de antes, un buen ejemplo es la
Gráfica Cogtal que fue recuperada en 1956. Pero hoy tenemos cientos de
empresas con 10, 12 años de antigüedad con mucho trabajo, porque los
trabajadores se hicieron cargo de las fábricas y fueron aprendiendo en
el tiempo.
Las nuevas, más las que nacen
de los programas de inclusión y las nuevas de jóvenes profesionales,
reconfiguran el mapa del cooperativismo que antes tenía como
protagonistas a las empresas más antiguas, de antes de 2000,
enriqueciéndolo y haciendo que en el Instituto Nacional de Asociativismo
y Economía Social (Inaes) haya seis mil matrículas, que 1.500 sean de
las industriales y el resto, de las de servicio, además de haber causado
el nacimiento de la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo
(CNCT).
-En este proceso, ¿Cuál fue el rol del Estado?
-Tuvo
y tiene uno muy importante porque hoy cuando nace una cooperativa el
Estado las recibe. Desde la modificación de la Ley de Concurso y
Quiebras (Nº 24522), por ejemplo, los trabajadores pueden estar en el
Comité de crisis de la empresa, pueden ejercer el derecho a compra.
Además, el Ministerio de Trabajo llega con seis líneas de apoyo. Y una
vez conformada la cooperativa, el Inaes y las carteras de Desarrollo
Social, Trabajo, Industria y Ciencia y Tecnología hacen que las empresas
puedan lograr el capital inicial porque el otro factor de producción,
que es el trabajo, lo tenemos pero los capitales que hacen a la empresa
competitiva los buscamos en el Estado.
-¿Y la solución que proporcionó el cooperativismo de trabajo a los obreros de las empresas quebradas?
-Fundamentalmente
la conservación de los puestos de trabajo, de conducir su propia
empresa, brindándoles un aprendizaje a un nuevo rol, al cual no estaban
habituados.
Ahora, el camino que queda es la integración
política e institucionalmente con las federaciones y juntarnos por
sector, por producción, como son los ejemplos de la Red Gráfica, de la
Red Textil, buscando el mercado en conjunto y creando plataformas
comunes que permitan el desarrollo autónomo más allá del Estado, dándole
perspectivas estratégicas al sector pero siguiendo el trabajo
mancomunado con los gobiernos populares.
Etiquetas: Argentina, Cooperativas, Fecootra, Jose Orbaiceta
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