Pakapaka: el poder de la imaginación
La propuesta de la señal es innovadora en nuestra televisión desde la
concepción, el contenido y hasta sus formatos. Sólo el monopolio, en su
apuesta por conservar las condiciones de exclusión, se resiste a
incluirla en su grilla.
Pakapaka es el primer canal para chicos de
Argentina, y también de Latinoamérica. Pero no es un canal infantil como
los que se acostumbraban a ver en los hogares con chicos donde se tenía
el privilegio de acceder a la televisión por cable. Más bien, es todo
lo contrario.
Es un canal libre y gratuito que puede
verse a través de la televisión digital abierta, de la televisión
satelital o de los cableoperadores de todo el país. Sólo el monopolio,
en su apuesta por conservar las condiciones de exclusión que arruinaron a
nuestro país durante medio siglo, se resiste a incluir en su grilla a
la propuesta infantil más lograda e innovadora de la historia de la
televisión argentina.
Los contenidos de Pakapaka son desarrollado
por el Ministerio de Educación de la Nación y apuntan a entretener y
educar a los chicos. La señal nació como un segmento de Canal Encuentro,
hasta que se decidió por una cobertura más amplia con una programación
que en la actualidad transmite las 24 horas del día. La programación
está dividida en dos segmentos de edades: de 2 a 5 años y de 6 a 12, con
programas adecuados a los desarrollos de cada etapa evolutiva de los
chicos.
La propuesta de la señal es innovadora en
nuestra televisión, desde la concepción, el contenido y hasta su
formato. Los protagonistas son, en su mayoría, chicos. Chicos de todas
las provincias argentinas que nos muestran sus escuelas, sus casas, sus
barrios, nos cuentan de sus juegos favoritos y nos presentan a sus
familias, como en el programa Amigos en ronda. Chicos que leen autores argentinos y cantan canciones de ritmos autóctonos; como en Zamba,
donde la historia argentina se canturrea junto a Fito Páez en el ‘Tema
de la Independencia’ o a Horacio Fontova con su versión del ‘Candombe de
Artigas’.
Los adultos aparecen como mediadores o divulgadores de información en ciertos programas como Biblioteca Infinita,
que nos ponen en contacto con autores e ilustradores que nos cuentan
sobre sus oficios, o en los recientemente estrenados Investigaciones
animalísticas donde Ataulfo Tito presenta una serie de documentales
sobre distintas familias de animales en su hábitat natural y Diario de viaje
donde Alex Tremo retoma un viaje de aventuras que su abuelo registró en
un diario, con notas de observaciones e investigaciones que hizo por
todo nuestro país.
La programación está mayormente compuesta
por producción nacional. Algo que conlleva un desarrollo extraordinario
-e impensado hace algunos años- de toda una serie de profesiones y
oficios que tenían una salida laboral bastante limitada. Pero además se
emiten programas de otros países que están impecablemente adaptados.
Y en el vocabulario, nada de neutralidad.
Aquí los dibujos animados hablan con los acentos de nuestro país y las
palabras de uso cotidiano con las características propias de cada
región.
Los niños son sujetos en desarrollo muy
sensibles a las condiciones de su ambiente. Y la televisión se convirtió
en un recurso muy habitual para ellos. ¿Pretendemos dejar la televisión
de lado? Pakapaka nos propone que no, que la utilicemos como una
herramienta más para seguir estimulándolos y enseñándoles acerca de la
experiencia de ser niño en nuestro país. Un efecto que se multiplica con
los contenidos del canal en su página web (http://www.pakapaka.gob.ar) y con las propuestas que ahí se presentan para docentes y padres.
Uno desea para todos los pibes, un mundo
donde crezcan y se desarrollen libremente. Eso implica, entre otras
cosas, libertad para elegir entre distintas opciones a la hora de
entretenerse. Es tranquilizador saber que hay un canal que tiene una
mirada diferente sobre nuestros pibes, empezando por pensarlos como
Sujetos de Derechos y no como agentes de consumo: Pakapaka no tiene
publicidad comercial.
“El poder de la imaginación” es el eslogan
del canal. Naturalmente, asociamos la imaginación al mundo infantil. Me
gusta pensar que los pibes de hoy serán adultos que no dejen de
imaginar, que sueñen y sigan construyendo un país con proyectos
inclusivos en los que se valoren nuestras raíces culturales y desde ahí,
sólo desde esa valorización de nuestra cultura, puedan conocer y
respetar los valores culturales del resto del mundo.
Fuente: Juliana Cuoco, en http://agenciapacourondo.com.ar/secciones/cultura/10120-pakapaka-el-poder-de-la-imaginacion.html
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