miércoles, 30 de enero de 2013

Medios y Nuestra América: La reacción al mandato popular y a la Ley de Comunicación en Ecuador

A pesar de haber sido establecida en la Constitución de 2008, y ratificada en consulta popular en mayo de 2011, la Ley Orgánica de Comunicación aún no ha sido puesta en vigencia debido a las resistencias políticas de la oposición y el lobby de los multimedios de la comunicación.

Ecuador: junio de 2012. La disputa entre el gobierno democrático de Rafael Correa por poner en vigencia una nueva ley de comunicación continúa vigente. Incorporada al texto de la constitución en 2008, rápidamente encontró resistencias en los sectores monopólicos y oligopólicos de la prensa ecuatoriana, y en el arco político opositor. En su cruzada por hacer valer esta ley y demostrar que la mayoría de los ecuatorianos están de acuerdo con que ésta entre en vigor, el presidente Correa realizó una consulta popular el 7 de mayo de 2011. La mayoría dijo que sí, que querían una nueva ley de comunicación. A pesar de todo esto, la ley sigue siendo una expresión de deseo. Básicamente se da de cara contra los intereses del sector privado de la comunicación, ya que verían reducido sustancialmente su espacio.

La ley también prevé otras cuestiones como la regulación o prohibición de contenidos violentos, discriminatorios o explícitamente sexuales; y la obligación para las estaciones de radio y televisión de difundir producciones nacionales.

El presidente de la Asamblea Nacional de Ecuador, Fernando Cordero, dio referencias en torno a que el proyecto desarrolla los derechos de información y los derechos de libertad consagrados en la Constitución; y que la ley se sustenta no sólo en el derecho constitucional a la libertad de expresión, sino en el derecho de los ecuatorianos a recibir, difundir información, y de crear medios de comunicación.
 
Los grupos monopólicos de Ecuador, que ven peligrar sus intereses; y los grupos políticos opositores al gobierno, señalan que el proyecto atenta contra la libertad de expresión y la denominan con el poco original nombre de “ley mordaza”.

Como en 2008, cuando fue incluida en la Constitución Nacional del país andino, aún se sigue discutiendo la necesidad, viabilidad, operatividad y seriedad de tener una nueva ley de medios de comunicación.

Una de las trabas más importantes que han logrado imponer los conglomerados de la información fue en el propio Congreso. Luego de la consulta popular, de los 124 legisladores, sólo 63 ratificaron que iban a votar punto por punto lo que las mayorías decidieron un año atrás.

El texto de 128 artículos y 16 transitorias crea un Consejo de Regulación de contenidos de los medios, que tendrá facultad para fijar sanciones administrativas contra los infractores de la ley y deberá remitir a la Fiscalía la información que conozca sobre violación de derechos que evidencien la comisión de delitos de acción pública.

El texto declara que “todas las personas tienen derecho a expresarse y opinar libremente de cualquier forma y por cualquier medio”, pero advierte que “serán responsables por sus expresiones de acuerdo a la ley”. Prohíbe la censura previa, a la que define como “la revisión, aprobación o desaprobación, por parte de una autoridad o funcionario público de los contenidos previo a su difusión a través de cualquier medio de comunicación”.

No puede pasarse por alto en este marco el fallido intento de derrocamiento al presidente Correa de septiembre de 2010, en el que los medios masivos de comunicación libraron una feroz batalla para desinformar y dealentar a la población a que saliera a las calles a defender a un gobierno elegido democráticamente.

Más allá de todas las garantías expresadas en la letra de la ley, que benfician sustancialmente a la población, las resistencias continúan en aumento, y parecen no deternerse ni morigerar su intensidad. Es que cuando lo que está en juego es la libre expresión y derecho de millones de personas a informar y estar informado, la pelea es álgida. De la misma manera, las grandes transnacionales de la información en Ecuador (como en cualquier lugar del mundo) han dejado en claro que cuando tocan sus intereses están dispuestos a apelar a todo para preservar sus intereses. Nada nuevo bajo el sol.


Fuente: http://observatoriomedios.org/notas-observatorio-de-medios-politico-social-cultural/2-ecuador-la-resistencia-al-mandato-popular.html

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