Joven venezolano crea videojuego en software libre para promover el turismo nacional
Betula se ha convertido en la nueva
joya venezolana de los videojuegos. Esta aplicación, exclusiva para
computadoras fijas y portátiles, muestra la riqueza natural de la
selva que abraza a los estados Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro.
Es un programa animado en 3D, creado en
software libre por un joven emprendedor de Puerto Ayacucho, en una
alianza estratégica con el Ministerio del Poder Popular para
Ciencia, Tecnología e Innovación (hoy, para Educación
Universitaria, Ciencia y Tecnología). Betula hace parte de una
tendencia conocida como ‘juegos para aprender e innovar’, que
está dirigida a hacer del mundo un lugar más feliz y consciente, a
través de las tecnologías de información y de la educación.
“Este videojuego educativo es un
gancho divertido, para los amantes de estas aplicaciones, que coloca
a Venezuela como un destino turístico inigualable. La idea es
impulsar un turismo con conciencia ecológica, y (des)aprender formas
de relación con las tecnologías de información. Con esta
herramienta, queremos llevar un mensaje de paz y de respeto por la
vida”, explicó Jarcelo Ochoa, creador del juego.
Para el responsable del desarrollo de
este juego, Betula es un ejemplo de cómo sembrar el turismo en el
país: “Es una expresión creativa que privilegia la preservación
del planeta, e incentiva al trabajo; un juego de estrategia en cuya
dinámica el jugador debe reflexionar y desarrollar sus habilidades
para aventurarse en una relación armónica con el ambiente. La clave
es razonar y jugar”.
Los usuarios de este juego deben
sembrar sus alimentos, cultivar semillas para cuidar la biodiversidad
de la selva tropical venezolana; también, hacer un uso eficiente
para no quedar desprovistos de los recursos, ni de la energía.
Betula fue diseñado totalmente en
software libre, con una aplicación llamada Blender. “Blender es un
programa informático con un motor de juego que es una alternativa
poderosa contra los programas de diseño en software privativo. El
motor de juego de Blender permite que todo lo que no venga por
defecto, se pueda desarrollar con un simple script, hecho en el
lenguaje de programación Python, usado para hacer efectos especiales
en la industria del cine”, comentó el tecnólogo Jarcelo Ochoa.
Este innovador, de 35 años de edad,
afirma que las tecnologías libres no tiene limitantes: “Comprobamos
que, en software libre, se pueden hacer animaciones de excelencia,
con contenidos de calidad. La ventaja de trabajar en software libre
es que tienes acceso a la documentación de las herramientas y de los
procesos, de modo que puedes hacer ajustes a la medida de tus
necesidades; ello impregna de mayor calidad el producto”.
“El software libre garantiza
eficiencia y buen rendimiento: las herramientas son fáciles de usar.
El desarrollador no requiere conocimiento de un lenguaje específico
de programación —ratificó Ochoa, y añadió—: Una de las
ventajas que me permitió esta tecnología es que pude acondicionar
un equipo sencillo para trabajar. El desarrollo de Betula lo hice en
una computadora Pentium 4, con un giga de memoria, un procesador 2.6
y una tarjeta gráfica de 512 megabytes”.
Ochoa informó que Betula —nombre con
el que se conoce un género de árboles que sirven para la
subsistencia, y destacan por su ‘gran sabiduría’— se hizo para
correr incluso en computadoras que no tengan acelerador gráfico; es
decir: los efectos se pueden ver aunque el equipo no tenga tarjeta de
video.
Jóvenes con ‘olfato’ para los
videojuegos
En Venezuela, desde hace unos 5 años
atrás, los videojuegos educativos se abren paso en software libre.
En la actualidad, el Gobierno Bolivariano acompaña procesos
innovadores de grandes mentes juveniles apasionadas por los juegos
virtuales.
Desde mediados de 2010, en Amazonas, se
han formado 60 personas en diseño de videojuegos, envueltos en el
aprendizaje que proporcionan las vivencias propias. De acuerdo con
estadísticas de la Comunidad Nacional de Software Libre, casi el 80
por ciento de estos tecnólogos son jóvenes menores de 30 años: la
edad promedio de estos innovadores es de 17 años. El reporte
regional también destaca que el 25 % de los sujetos de aprendizaje
son indígenas de los pueblos yanomami, piaroa, baré y jivi; y que,
3 de cada 10 participantes, son mujeres.
Jarcelo Ochoa es uno de los
acompañantes pedagógicos de esta generación de saberes creadores.
Estudió Administración en Talentos y Ecoturismo, pero lo cautivaron
las tecnologías de información. Su vena de persona inquieta y
emprendedora ha quedado plasmada en el desarrollo de una serie de
videojuegos educativos que ha germinado en Amazonas, entre el fulgor
de la construcción colectiva.
De manera autodidacta, Ochoa aprendió
a crear en software libre, y se convirtió en uno de los primeros
maestros del estado Amazonas en diseño de videojuegos con contenido
social. Su juego Betula atrapa parte de la formación ambiental de
sus primeros tiempos: “Es también una denuncia de la minería
ilegal”.
Apuntamos a un perfil de innovadores
Las tecnologías libres son un toque de
libertad en el corazón de miles de venezolanos de distintas
generaciones. En el estado Amazonas, la Academia de Software Libre ha
atendido la formación de más de 600 personas, durante los últimos
tres años.
Jarcelo Ochoa, quien es el actual
coordinador de la Academia de Software Libre en Amazonas, resaltó
como una “iniciativa histórica” la promoción que el Estado
venezolano está haciendo del software libre con el desarrollo del
pensamiento creativo: “En la Academia, estudiantes y maestros somos
protagonistas: todos aprendemos en un profundo proceso de
concienciación sobre la necesidad de usar tecnologías que nos
liberen. Investigamos, problematizamos, creamos, sistematizamos y
compartimos”.
De los talleres realizados en Amazonas,
han resultado ocho juegos interactivos en 2D con contenidos
educativos. En la línea de las creaciones en tercera dimensión,
también sobresale Mene, una aplicación inventada con el respaldo
del Ministerio del Poder Popular para la Educación, a través de la
Fundación Bolivariana de Informática y Telemática (Fundabit).
Mene —que lleva el nombre con el cual
nuestros indígenas conocían el petróleo— es el primer videojuego
hecho en 3D con software libre en el estado Amazonas, en espacios
alternativos a la educación formal. En su proceso creativo,
participaron 12 personas: trabajaron diseño, sonido, animación en
3D y modelado.
“Es juego de simulación de la
industria petroquímica que estimula la inteligencia a niveles
extraordinarios. Retrata los procesos para la obtención de
combustibles o sustancias químicas derivados del petróleo, que la
mayoría de los venezolanos, viviendo en un país petrolero,
desconocemos”, expresó Ochoa.
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