miércoles, 15 de agosto de 2012

La confluencia de dos mundos

(Por Mariano Blejman). Equipos de noticias interactivas de The New York Times, The Guardian y proyectos de innovación tecnológica vinculada con los medios de todo el mundo estarán en Buenos Aires hacia fin de mes. Una explicación desde la casa, antes de que sea tarde.

En el mundo sajón, a los periodistas se les suele decir “hacks” o “recortadores”, es decir, que extraen una parte de la actualidad. Y a los programadores se los asocia más fácilmente con el mundo de los hackers. Hace menos de tres años, tres personas vinculadas con el mundo de los medios tuvieron por separado la misma idea en Estados Unidos y le pusieron el mismo nombre a esa idea: el ex corresponsal de guerra Burt Herman, Rich Gordon de la Universidad de Stanford y Aron Pilhofer de The New York Times pensaban que el mundo de los “hacks” y los “hackers” debía empezar a juntarse; y armaron una red, Hacks/Hackers, con la intención de estimular el encuentro de estos dos mundos que parecían pertenecer a distintos compartimentos de una redacción periodística. La idea creció y, hace algo más de un año, en Buenos Aires fundamos este capítulo con Martín Sarsale, responsable tecnológico de Sumavisos; César Miquel, director de EasyTech, y Guillermo Movia, de Mozilla Argentina; ahora estamos a punto de llegar a los mil miembros. Esta organización es una de las que más rápido ha crecido a nivel mundial y acabamos de anunciar un evento de medios y tecnologías con la presencia de los mejores equipos de noticias interactivas de todo el planeta. Esta es la única nota que este cronista escribirá al respecto, ya que de alguna manera es juez y parte.


El Hacks/Hackers Buenos Aires Media Party pretende ser un encuentro productivo de medios en donde confluirán editores, diseñadores y programadores de toda América, Europa y Africa durante tres días en la Ciudad Cultural Konex, del 30 de agosto al 1º de septiembre para “reiniciar el periodismo”. Entre los visitantes internacionales estará Tyson Evans, del equipo interactivo de The New York Times, cuatro desarrolladores y periodistas de The Guardian; y emprendimientos que recién empiezan a sonar en Sudamérica, pero que han sido productos estrella de esta nueva era editorial debido a que han resuelto problemas que hasta entonces los periodistas no teníamos. También habrá representantes de ProPublica, ScraperWiki, Overview, Tor, Zeega y Ushahidi, y una gran oferta de talleres educativos con temáticas que hace apenas unos años pertenecían únicamente al mundo de los encuentros de programadores.

Es que la confluencia entre la tecnología y el periodismo ha tomado un camino no del todo esperado. Los diarios pasaron de replicar lo que hacían en papel, a convertirse en medios sociales, donde todo puede ser compartido. Pero, de pronto, las redacciones han comenzado a llenarse de programadores de software, y diseñadores interactivos más interesados en contar historias con datos que con frases. Mapas, líneas de tiempo, visualizaciones, nuevas formas de acercarse a las noticias, y nuevos problemas que surgen para una profesión que lleva más de cuatrocientos años de historia. Tor, por ejemplo, es un proyecto que desarrolla aplicaciones para mejorar la privacidad de los usuarios de Internet, programas que encriptan las comunicaciones entre personas o que permiten mejorar el anonimato de las fuentes, dos problemas centrales en épocas de hiperdigitalización, en la que periodistas y fuentes se ven expuestos de una manera impensada.

Las coberturas periodísticas también funcionan de forma hasta entonces impensadas: Gustavo Faleiros, de Brasil, por ejemplo, trabajó durante años en un proyecto para mapear el Amazonas, o el proyecto argentino Qué Pasa Riachuelo desarrollado por Garage Labs, que analiza el impacto de los residuos en el Riachuelo. Muchas de estas plataformas son desarrolladas por nuevos servicios o programas o sitios webs que sirven para analizar contenido, para llevarlo a mapas, para poder comprender la gran cantidad de información que se genera habitualmente en todo el mundo. Otro es el caso de Scraper Wiki, que estará presente en Buenos Aires. Es un nombre que tiene dos palabras prácticamente inentendibles para cualquier periodista de la región, aun para aquellos que llevan años haciendo investigación: lo que hace ese proyecto es ordenar la información de la web para poder usarla después en bases de datos, en hojas de cálculo y luego poder analizarla. Pero, ¿cómo hace un periodista para bajar esa información sin ayuda de un programador? ¿Cuáles son las herramientas disponibles para que esto sea posible? ¿Cómo se hace para subir un PDF a la web, convertirlo en texto y luego sacar una tabla que estaba en un papel y poder usarla en un Excel?

Estas son algunas de las cosas que podrán aprenderse o enseñarse en el Media Party, un evento inspirado el festival de Mozilla de Londres, con unos cuantos aditamentos locales, en el que confluyen desarrolladores de todo el mundo, que apuesta a la innovación y al software libre también como una propuesta política: los medios, los gobiernos, los seres humanos, deberían usar software libre para cada uno de sus actos para evitar la dependencia de éstos hacia una sola empresa o servicio. El software debe poder copiarse, debe poder distribuirse, modificarse y usarse libremente. Con esa convicción de que así deberían funcionar, es que hay muchas organizaciones que apoyan el Media Party, la fiesta de los medios con sabor argentino.

Los talleres de los dos primeros días serán ofrecidos por invitados internacionales como Justin Arenstein, del programa de innovación de medios de Africa y asesor de Google, y Daniel Sinker, de Mozilla, entre muchos otros, sumados a especialistas locales en periodismo de datos, visualizaciones, extracción de datos y mapas. En total se esperan cerca de veinte talleres paralelos funcionando en el Konex, en el que participarán editores, periodistas, emprendedores, programadores y diseñadores desde Chile, Colombia, Paraguay, Guatemala, Perú, entre otros países. El último día, el 1º de septiembre, haremos un hackatón: que es como un maratón de hackers, pero no en el sentido en el que la prensa tradicional suele usarlo sino un maratón de trabajo colaborativo en función de un fin específico. Es una idea que viene del mundo del software, al que los periodistas apenas nos estamos acostumbrando. No es muy habitual que los medios periodísticos encuentren espacios productivos de intercambio: por lo general los medios compiten, y en esta época de guerra visceral queda un espacio para el intercambio pragmático y, sin lugar a dudas, el contexto del software libre viene a ser el aditamento ideal, compartir códigos y contenido es algo a lo que vamos a tener que acostumbrarnos.

* Cofundador de Hacks/Hackers Buenos Aires.

Fuente: Página/12 "Cultura Digital"

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