Franco purga la TV pública de Paraguay
(Por Mercedes
López San Miguel) Marcelo Martinessi, director del canal público hasta la
destitución de Lugo, y Diego Segovia, ex jefe de políticas públicas, denuncian
que los despidos en la emisora son una depuración ideológica. Podrían
levantarse programas.
“Un proceso
de dos años no se cierra en dos horas”, le dijo Marcelo Martinessi, director de
la televisión pública de Paraguay, al señor corpulento de traje que llegó al
estudio exigiendo conocer la grilla de programación del canal el mismo día que
el Congreso destituía a Fernando Lugo. La imagen aparece en YouTube fechada el
22 de junio con el título “Atropello TV Pública”, compilada con otra en la que
Martinessi lee un comunicado ante las cámaras, rodeado de trabajadores de la
emisora, en el que dice que, “más allá de este momento político, esperamos que
se respete el derecho de la ciudadanía a informarse y haya un escenario de
diálogo para todos y todas”, y anuncia su dimisión al cargo. Dos meses y medio
después, Martinessi y otros trabajadores denuncian los despidos de 28 personas
y lo atribuyen a que se expresaron en contra del golpe institucional. El
sucesor de Martinessi, Cristian Turrini, ha declarado 19 despidos y los
justificó por falta de recursos del canal.
Paraguay
recién empezó a trabajar en un proyecto de televisión pública a mediados de
2010. Y la primera vez que el canal salió al aire fue en diciembre del año
pasado. “El golpe de Estado nos sorprende con sólo seis meses al aire y cuando
la televisión estaba consolidando su alianza con movimientos sociales y
sectores académicos, estudiantiles y culturales”, afirma Martinessi. Como
ocupaba un cargo de confianza con el gobierno de Lugo, el cineasta se sintió
obligado a renunciar. “Los compañeros grabamos un mensaje en vivo esa noche,
diciendo que hasta aquí nosotros éramos responsables de la independencia de
este medio, pero a partir de ahora no sabemos qué puede llegar a pasar”, afirma
en su visita a Buenos Aires, a donde vino a contar su experiencia en una charla
sobre medios. Viajó con él Diego Segovia, quien hasta hace poco se desempeñaba
como director de políticas públicas del canal. Segovia señala que los despidos
comenzaron después de que la televisión pública se convirtiera en un lugar de
resistencia a donde la gente podía ir a expresarse.
El programa
Micrófono abierto era un espacio de tres a cuatro minutos por semana en el que
la gente podía hablar y decir lo que quería desde una plaza, desde un mercado,
desde una peatonal. Durante los días posteriores a la destitución de Lugo,
muchas personas se acercaron a la puerta del canal a dar su opinión. Martinessi
señala que lamentablemente ahora “el micrófono está ausente de los lugares de
política”. Segovia se muestra convencido de que existe un nexo entre los
despidos y las manifestaciones. “Después de lo ocurrido en Micrófono abierto,
las autoridades de la Secretaría de Información empezaron a buscar la manera de
desarticular el equipo de trabajo. Fueron despedidos 28 trabajadores,
casualmente la mayoría de ellos había tenido una participación activa en la
semana de resistencia. Argumentan que no hay presupuesto, pero es una excusa
para justificar esta depuración ideológica que está ocurriendo.”
Hace una
semana y media asumió Cristian Turrini como nuevo director de la TV pública de
Paraguay. Turrini fue CEO y presidente de la empresa de telecomunicaciones
Calypso Wireless en Estados Unidos y afirma que su perfil es de gestión. “No
pertenezco a ningún partido, hace cinco meses volví a Paraguay después de vivir
22 años en EE.UU., ellos necesitaban un administrador.” Se le pregunta si es
verdad que despidió a 28 empleados del canal, a lo que contesta: “No hay
fondos, los contratos se vencieron hace tres meses. Se hizo un esfuerzo por
mantener a los más imprescindibles. Pedí una lista de quienes eran los imprescindibles
y quedaron afuera 19 personas. No había un contrato directo con la TV pública:
eran contratados a través del Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD) y de la Organización de Estados Iberoamericanos para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI)”.
Turrini
insiste en que tenían que hacer una reducción de personal y no descarta que se
levanten programas. “Cuando una empresa no tiene fondos para pagar tiene que
ajustar el cinturón. Durante el gobierno de Lugo no se hizo un presupuesto para
la TV pública. Se financió con fondos de la ONU y la OEI. Vamos a tener un
presupuesto recién en octubre. Por ahora no se levantaron programas, pero en
septiembre puede ser que tengamos que prescindir de alguno.”
Sin
embargo, los programas periodísticos Entre nos y Patrimonio cultural
desaparecieron de la grilla, porque sus conductores fueron considerados
prescindibles. Y un tercer programa, De igual a igual, se levantó porque los
conductores Milda Rivarola y Alfredo Boccia decidieron no seguir tras el golpe
parlamentario.
Se le
pregunta a Turrini qué responde a la acusación de que existe una cacería de
brujas. “Son suposiciones, argumentos que se usan que no son válidos. Muchas
personas afines a Lugo están trabajando.”
Martinessi
polemiza con los dichos de su sucesor. “Durante el gobierno de Lugo no se logró
la aprobación parlamentaria de la TV pública (que debía ser regulada por ley),
pero dentro del presupuesto 2012 de la Secretaría de Comunicación, el gobierno
asignó 2,5 millones de dólares a la TV pública. Lugo firmó el decreto 9097 en
junio (antes del golpe), asignando al canal este monto de recursos del Tesoro
nacional y que iban a ser destinados a una primera red de repetidoras, entre
otras cosas. No se sabe por qué alegan no contar con recursos.”
El cambio
de dirección en la TV pública es el broche de oro de una concentración de
medios privados que se manifiestan afines al gobierno de Federico Franco. Los
diarios ABC Color y La Nación y el canal Tele Futuro fueron los que más
criticaron a Fernando Lugo por la masacre de campesinos ocurrida el 15 de junio
durante el desalojo de una hacienda. “El diputado Tuma dice que Lugo facilitó
la matanza en Curuguaty”, tituló ABC Color en su edición del 21 de junio. Al
día siguiente, el ex obispo era sentado en el banquillo de acusados y
destituido de su cargo. La concentración de medios en Paraguay es quizá tan
injusta como la de la tierra.
FUENTE: www.pagina12.com.ar
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