Ley de Medios: La “superabundancia” de información, la estrategia de Clarín

(Por Fabián Silveira - Usina de Medios). Se acerca el 7D y los ánimos, actitudes, acciones, dispositivos, mensajes, en fin toda la batería de recursos en el marco de la estrategia del único grupo que desconoce a la Ley de Medios, comienzan a desplegarse, cada vez mas crispados, y con una clara intención, ya no solo de desprestigiar al gobierno nacional, sino de generar acontecimientos, - “noticias”, que los ubiquen en un lugar de victimización y “perseguimiento antidemocrático “y déspota por parte del gobierno.

Antes de continuar cave aclarar un detalle, la ley de medios con sus apenas tres años de vida, no pretende perseguir a nadie, al contrario, propone  escenarios donde la pluralidad de voces y la posesión jurídica y patrimonial de empresas y licencias de medios de comunicación, sean equitativos. Equidad e igualdad ante la ley… simplemente eso.

La “superabundancia” de información –palabra que en breve retomaremos-, “repetida” (concepto medular también en la la Ley de Medios ya que desde la completa aplicación de la misma, solo está permitido hasta un 30% de reproducción de contenidos) hasta el hartazgo por todos los dispositivos de información de Clarín (Canal 13, TN, TN en Internet, diarios, radios, facebook, Twuitter, y blogs), constituyen un verdadero relato retórico, que tiene como única finalidad la victimización.

La superabundancia funciona como una especie de “censura democrática”, concepto de Ramonet en relación a que en las propias sociedades democráticas con una ciudadanía que goza de todas las libertades y un Estado de derecho que funciona plenamente, no es incompatible con ciertas formas de censura.

Y si hay un o unos protagonista/s que ejemplifique esta situación, esto son los monopolios de la comunicación. Conceptos traído de los pelos que ya rozan más con un “yopinsmo” que con algún nivel de rigurosidad periodística como “la guerra del gobierno contra Clarín”, la “persecución”, “van por todo”, en fin manotazos de ahogado para en definitiva, no dar cuenta de la verdadera discusión que tiene que ver con la resignificancia de la comunicación, la posesión equitativa de los medios de comunicación y la definitiva construcción de un país diferente con pluralidad de voces.

Opinar con información es un derecho, es enriquecedor esta modalidad como práctica periodística, diría hasta casi indisociable, ahora bien cundo se apela a la supuesta práctica del “sentido común” por parte de los periodistas tan anclada en las representaciones simbólicas de la sociedad, en particular en la clase media, no es un hecho casual, es una intencionalidad netamente política que oculta la realidad - en cuanto al valor  más puro e intrínseco del hecho noticioso- ,y defiende determinado intereses.

Que quede claro… nadie está por fuera de nada… ni siquiera del margen  de la ley.