Claudia Acuña: "La crisis del papel es un discurso corporativo"
A fines de 2013 Argentina aprobó la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, que restringe la concentración de los grandes grupos mediáticos, como el monopolio ostentado por Clarín, y da espacio a medios sin fines de lucro y autogestionados. El debate mediático ha sido intenso entre los profesionales de la comunicación del país, y aún se cuestiona cuál será el rol del Estado en la repartición y control de las concesiones informativas.
Claudia Acuña, presidenta de la Asociación de revistas culturales e independientes de Argentina (AReCIA) y fundadora de la cooperativa de trabajo Lavaca que edita uno de los periódicos mensuales más leídos y críticos del país titulado Mu, reflexiona en esta entrevista sobre el papel de las publicaciones independientes en este nuevo panorama comunicativo que, paralelamente, abre el camino a las reivindicaciones de la prensa gráfica autogestionada frente a la corporativa. A su vez, la también docente defiende el triunfo de una comunicación social por y para el ciudadano que se construye al servicio de la democracia. Su asociación, que incluye más de 320 revistas en toda Argentina, lucha estos días por impulsar la Ley de Fomento de las publicaciones gráficas independientes cuyo reclamo es el de reconocer y fortalecer la producción autogestionada en todo el país.
-El debate entre la hegemonía de los medios concentrados y la marginación de los independientes ha resucitado en Argentina gracias a la aprobada Ley de Medios, que brinda espacio a los medios audiovisuales sin ánimo de lucro o autogestionados. ¿Por qué el sector de la prensa gráfica ha quedado aislado de esta nueva ley?
La Ley de Servicios Audiovisuales argentina nace de la demanda social de las radios comunitarias. Por el resultado se nota que fue un sujeto histórico el que la construyó. Eran radios perseguidas, criminalizadas, penalizadas durante la dictadura; y fundamentalmente del interior del país. En los años 90, paralelo al proceso de concentración de medios, se planteó la necesidad de apoyo a estas radios. Fue cuando se decidió cerrar una radio comunitaria que todas las demás batallaron por evitar su clausura. En ese calor de la lucha fue sobre el que se empezó a discutir el por qué aún Argentina tenía una ley de medios de la dictadura. Se armaron espacios asamblearios y horizontales, de fuera de la capital, y nació la resistencia a los modelos de concentración. Tuvo tanto impacto y apoyo social que llegó a convertirse en ley.
-Pero, insisto, ¿por qué la nueva Ley de Medios no incluye a la prensa gráfica si ésta se enfrenta a los mismos grupos de medios concentrados que editan sus propias publicaciones?
Los medios gráficos somos hijos de la concentración. La Asociación AReCIA [Asociación de Revistas Culturales Independientes de Argentina] se empezó a organizar hace diez años, y el primer encuentro lo tuvimos en el año 2001, después de que se discutiera la Ley de Medios. En esa fecha asistimos a una reunión con el entonces ministro de economía, Domingo Cavallo, a la que fuimos a protestar porque nos imponían el IVA. Los grandes medios concentrados querían este impuesto porque como ellos tienen muchos negocios les conviene ponerlo para obtener ganancias. Finalmente, los medios pequeños conseguimos que los canillitas [repartidores de prensa] no paguen nada y los editores de revistas paguen el 10,5% del IVA en vez del 21%.
Recuerdo que personalmente le dije al ministro: “No sé si mañana va a estar usted, pero nosotros vamos a seguir estando”. Esa reunión se hizo el 17 de diciembre de 2001, y dos días después el Gobierno se marchó en helicóptero. Fue una frase premonitoria.
-Desde esa fecha han pasado más de 10 años… ¿Por qué tanta demora en lanzar la Ley de Fomento de la prensa gráfica independiente?
-Porque a partir de ahí nos empezamos a organizar y conocer. Durante todos estos años ha sido muy importante encontrar cuál era la herramienta en común del sector, más allá de cuáles fueran los tiempos políticos, y ésta ha sido la Ley de Fomento de las revistas culturales. Es el producto de una discusión con todas las provincias del país para que cuando llegara el proyecto fuera el resultado del consenso social.
-¿Cuál es vuestro concepto de la comunicación?
-Nosotros lo que creemos es que de un proceso de concentración hay que pasar a un proceso de dispersión. Dispersar la comunicación es dispersar al poder. Eso nos aleja de una dictadura de mercado, militar o de cualquier otro tipo. Para nosotros es clave construir dispersión de poder y eso lleva más tiempo que pasar de un monopolio bueno a un monopolio malo o viceversa.
Fuente: Trota Personas
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