La voz de Vedia creció en los últimos diez años

El periódico La Nueva Voz  sale a las calles con 3.500 ejemplares,  que llegan a las localidades de Alem, General Pinto, General Arenales y el sur de la provincia de Santa Fe. En la cadena productiva del semanario trabajan al menos 12 personas.

“En estos 35 años siempre logramos mantener nuestra coherencia intelectual: junto al pueblo del que formamos parte. No estamos ni arriba ni abajo, formamos parte de él; nunca un paso atrás, pero quizás sí, en oportunidades, unos centímetros adelante”, advirtió el director de la Nueva Voz de Vedia, Guillermo Fossaluzza.

 El primer paso desde donde el grupo fue comprendiendo qué tipo de periodismo quería hacer fue una corresponsalía en el diario “El orden”, un semanario de General Pinto en vigencia durante la última dictadura cívico-militar en el país. En octubre del 79,  Fossaluzza se asoció con  Carlos Rodríguez, propietario de La Voz de Rojas, y abrieron en el distrito de Leandro N. Alem La Voz de Vedia; lo que unos años después se transformó en La Nueva Voz.

“Rodríguez dejó una marca en una generación de comunicadores de esa zona, con sus aportes al periodismo moderno y tecnológico”, asegura Fossaluzza. El medio, por aquel entonces, ya se  imprimía en offset.

“Superamos la crisis de 2001 y salimos adelante. En los últimos 10 años hubo incrementos importantes en ingreso, tirada y publicidad. Ahora estamos en un buen momento económico y profesional. Nos gusta el producto que sacamos todas las semanas a las calles”, agrega el director del semanario que se edita en la localidad del noroeste de la provincia de Buenos Aires.

En 2013, la Cooperativa de Diarios y Periódicos Regionales Argentinos (Dypra) otorgó el primer premio del concurso nacional de periodismo a una nota publicada en La Nueva Voz.

“Somos una Pyme que funciona más como cooperativa. Entre todos compartimos las ganancias que generamos y tomamos decisiones. Tenemos una empresa muy particular y hacemos trabajo comunicacional solidario”, señala Fossaluzza, sobre el trote de una empresa pyme que no da ni un paso atrás.