martes, 7 de agosto de 2012

Bolivia: "El papel de los medios no es apaciguar o resolver conflictos"

Los medios de comunicación en Bolivia siempre han sido actores políticos con intereses específicos: Las grandes cadenas privadas responden a intereses económicos y políticos de las elites, mientras que los medios alternativos creados en los últimos 20 años representan a colectivos ciudadanos con distintos proyectos de sociedad. En ambos casos, su papel no debiera ser apaciguar o resolver conflictos, sino brindar más insumos de información para que la gente saque sus conclusiones, reflexiona la viceministra de Políticas Comunicacionales Claudia Espinoza en la siguiente entrevista con la revista gubernamental “Migraña”.

Claudia Espinoza Iturri es comunicadora con postgrado en género e interculturalidad; es parte del Colectivo de Medios Independientes Indymedia y de la Red contra el Racismo, la Discriminación y la Impunidad; trabajó en el Centro de Promoción de la Mujer Gregoria Apaza y en varios medios de comunicación, y actualmente se desempeña como viceministra de Políticas Comunicacionales del Estado Plurinacional de Bolivia.

A continuación, Espinoza analiza el rol de los medios de comunicación bolivianos en una entrevista con la revista “Migraña”, editada por la Dirección de Participación Ciudadana de la Vicepresidencia del Estado con el objetivo de “brindar insumos para el debate político nacional y plurinacional para enriquecer estos elementos de politización y participación ciudadana como núcleo de la construcción del Estado Plurinacional”.

P. ¿Cómo ve usted el papel que desempeñan los Medios de Comunicación en Bolivia en momentos de crisis o conflicto?
R. Yo creo que para hablar de esté tema hay que hacer siempre un contexto mediático. Para mí, en Bolivia hoy tenemos tres grupos de Medios de Comunicación. En primer lugar, el grupo de Medios Estatales que han pasado por una reestructuración desde que ha empezado este gobierno, que antes cumplían una función netamente gubernamental, pero que además tenían una vida casi mínima, no tenían ningún impacto y repercusión. Ese es un grupo importante porque está la agencia ABI, canal 7, (radio) Patria Nueva y la Red de radios comunitarias, hay que tomarlas en cuenta como un actor.
En segundo lugar están los Medios privados, hace poco había una estadística de que el 93% de los Medios eran privados, que responden a una propiedad privada. Entre los propietarios de los Medios están empresarios en su gran mayoría, sobre todo de las grandes cadenas, también hay propietarios pequeños de Medios privados, incluso hay Medios comunitarios que son privados; pero el gran porcentaje responde a los empresarios grandes de la comunicación.

El tercer grupo yo le llamaría de los Medios alternativos, que al margen de su procedencia no tiene tanto peso la propiedad o a quién pertenece; pueden ser privados, pueden responder a una institución, incluso a algunas iglesias, alguno que otro sindicato, (pero) estos tienen una característica de responder a la comunidad muy directamente, son Medios locales y no son grandes cadenas.

Dentro de estos tres grupos hoy en día no podemos negar que los Medios de Comunicación son actores políticos, yo creo que ya por toda la experiencia que tenemos de comunicación en Bolivia, en nuestro país es un hecho que los actores juegan políticamente, o sea los Medios juegan políticamente, entonces si es así responden a intereses determinados, no solamente económicos. Es importante ahí la propiedad y el poder económico, pero también tenemos que ver que los Medios de Comunicación, por el tipo de trabajo que hacen, más que un rédito económico buscan un rédito político, a un proyecto “x”. Entonces, los Medios Estatales van a responder a un proyecto estatal; los Medios privados, a intereses privados, y los medios alternativos, a un proyecto de sociedad que hay que ver en sus declaraciones qué tipo de sociedad, una sociedad más justa, democrática, libre etc.

Partiendo del contexto, para mí ése es ahora el espectro comunicacional. Cuando hay crisis o hay conflictos necesariamente hacen una valoración de estos conflictos para producir un tipo de discurso social, público. Es innegable que haciendo esa lectura y esa valoración, lo que van a producir es a favor de sus intereses, no es tan acorde que sea tan mecánica, pero creo que ya se ha superado el mito de que los Medios responden a una responsabilidad social. Tenemos muchos ejemplos en nuestra historia de cómo los Medios en ningún momento han respondido a una responsabilidad social, han prevalecido siempre los intereses económicos y políticos de quienes los conducen, dirigen. Entonces cuando se trata de cubrir y de producir información, noticia, etc. con los conflictos, incluso con los géneros de opinión, la tendencia es a favorecer lo que estos Medios defienden. Eso para mí es una característica, entonces si nosotros conocemos la naturaleza de las cadenas de cómo se agrupan los tres grupos de Medios de Comunicación, vamos a ver más o menos por donde va ese discurso político que están generando.

Esa primera constatación de que hay una intencionalidad previa, creo que esto ha superado otro mito de que los periodistas van inocentemente a buscar la información, eso ya no existe; también la realidad nos ha demostrado y científicamente también todas las teorías de periodismo de comunicación, que no hay una construcción total reflejada en los Medios; hay una construcción de la realidad, eso quiere decir que yo periodista construyo la realidad desde mi punto de vista, y si estoy en un Medio, desde el punto de vista del Medio también.

Por otro lado todos los Medios de Comunicación tienen una política editorial, implícita o explícita, más allá de lo que son los códigos de ética, de los periodistas, etc. Cada Medio tiene una política editorial, por eso cuando uno ha pasado por varios Medios sabe perfectamente cuáles son los temas de agenda y cuáles no son temas de agenda. Entonces, el discurso mediático es importante por lo que dice, pero también por lo que no dice, esa es la lectura que hay que hacer de los Medios más allá de lo que muestran. Esa política editorial marca a veces justamente qué sujetos son protagonistas, quiénes son cooptadores de la palabra, quiénes tienen posibilidad de hacer conocer su palabra o quiénes son en definitiva a los que siempre tienen que acudir como fuentes informativas. En esa política editorial no siempre aparece una regla del periodismo que es la parte y la contraparte, se vulnera ese principio.

Entonces yo creo que la segunda constatación es que no hay una ingenuidad en la cobertura periodística, tampoco hay una búsqueda de la verdad, porque si yo parto de mi punto de vista, tengo que saber que hay otros puntos de vista, pero si hago prevalecer la mía es porque tengo esa posibilidad, y ya estoy descartando la otra posibilidad también.

Los Medios empiezan a generar discursos hegemónicos, una de las características de los Medios privados sobre todo es ese funcionamiento en cadena, un propietario de periódico, radio, agencia de noticia, internet. Son discursos hegemónicos, como el periódico de Santa Cruz, Cochabamba o La Paz tienen el mismo titular. Entonces vamos diciendo las mismas mentiras y en situaciones de conflicto los Medios de Comunicación generan discursos a favor de los intereses de su política editorial, no pueden salir de ella. Eso no quiere decir que el dueño del Medio este en la cabeza del periodista para ver si está escribiendo o qué está diciendo por una radio por ejemplo; pero el periodista ya ha internalizado esa política editorial y creo que hay ejemplos muy claros también en el país.


Para leer el reportaje, ingrese aquí: http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2012080605

Fuente: “La Migraña”, revista mensual de la Vicepresidencia el Estado Plurinacional de Bolivia.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio