Libro "En la ruta digital. Cultura, convergencia tecnológica y acceso"
La
Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación presentó el martes en la
Manzana de las Luces, el libro En la ruta digital. Cultura, convergencia
tecnológica y acceso con un un panel integrado por el director nacional de
Industrias Culturales, Rodolfo Hamawi; la senadora nacional Liliana Fellner, el
productor Claudio Villarruel y el antropólogo Pablo Semán.
El
libro está producido por la Dirección Nacional de Industrias Culturales. En él,
15 expertos en el tema reflexionan acerca del rol de las nuevas tecnologías en
la producción y el consumo de los procesos culturales; los cambios en los
modelos de negocio; el papel del Estado, de las empresas de telecomunicaciones
y de los usuarios; y los derechos culturales y la justicia social digital.
Ellos son Jorge Coscia, Damián Loreti y Luis Lozano, Martín Becerra, Guillermo
Mastrini y Karina Luchetti, Roberto Igarza, Alejandro Artopoulos, Martín
Groisman, Luis Lazzaro, María Iribarren, Natalia Calcagno y Francisco
D'Alessio, Pablo Ladizesky y Eliane Costa (Brasil). Los artículos giran en
torno a los conceptos de usos; derecho regional, global, público y privado;
centros de poder y periferias, entre otros.
El
libro se distribuirá en forma gratuita a través de la Dirección Nacional de
Industrias Culturales y, además, también se podrá bajar de Internet.
"Vivimos
un momento de tránsito de lo analógico a lo digital, en el que conviven el
libro producido con material de reciclaje y el e-book; el teatro a la gorra y
la TV vista en el celular; entre otras curiosas expresiones culturales",
explica Rodolfo Hamawi, director de Industrias Culturales en el prólogo
fundamentando la pertinencia del tema y agrega: "Partimos de la premisa de
que es necesario anticipar escenarios, pensar esta transformación desde nuestra
realidad y proponer políticas que democraticen la creación y el acceso a la
cultura. Por eso, convocamos a un grupo de destacados especialistas para
reflexionar y realizar propuestas críticas sobre estos temas. Junto con un
grupo de investigadores, colegas y colaboradores, desde mediados del año
pasado, nos propusimos darnos un espacio para debatir y pensar las diversas
problemáticas que venían suscitando y que continuarán generando algo que
comenzamos a llamar la cultura digital."
La
compilación no es la simple yuxtaposición de especialistas en el tema, sino que
es también el producto de un trabajo conjunto. "El libro –explica María
Iribarren, autora del artículo Convivencia analógica y virtual: la cultura de
la integración– es el fruto de muchas discusiones previas con todos los autores
que participan. El propósito fue encontrar la 125, como quien dice, de la
"cultura digital" (tomando este concepto también con pinzas). No sé
si la hallamos pero, al menos, planteamos un panorama de controversia, con sus
tensiones y contradicciones. Creo que en esa heterogeneidad está lo más
interesante del trabajo: no hay una voz unánime. En cambio, es un llamado a
legisladores, académicos, intelectuales, funcionarios, a comprometerse en un
debate en vistas a corregir el marco legislativo y jurídico para la circulación
de bienes culturales digitales." Y agrega: "En lo personal, el libro
fue la oportunidad de participar de una publicación colectiva que son las que
más me interesan. Descreo de la creación individual porque explota la ilusión
de un saber que, en rigor de verdad, es la emergencia de un montón de saberes
previos o contemporáneos que están allí dando vueltas. Por el contrario, los
trabajos en equipo me resultan más genuinos porque dan cuenta de las asperezas
que caracterizan a la cultura y, claro, también al pensamiento y la
escritura." En su artículo Iribarren plantea que la tecnología digital
"parece restituirle a la obra de arte su especificidad inmaterial,
anterior a la lógica de mercado y a la dinámica del bien de consumo." Y se
pregunta: "¿Entonces la confrontación de lo analógico con lo digital, en
el terreno de los bienes simbólicos, sólo admite el trámite de una paradoja?"
Concluye con la idea de que la discusión que se abre es política y que está en
relación con el porvenir de la industria cultural y de lo que suele entenderse
por "arte", con el derecho de circulación y reproducción del
patrimonio intangible y el rol que debe jugar el Estado en esta contienda.
Guillermo
Mastrini, integra el libro con un artículo escrito en colaboración con Karina
Luchetti. "Nosotros nos planteamos –dice– de qué modo las transformaciones
globales afectan las industrias culturales a nivel local, es decir, de qué
manera la sociedad global de la información implica pasar de las tradicionales
políticas nacionales de comunicación y cultura a políticas globales en esas
áreas. La digitalización, entre otras cosas, ha permitido la unificación de
mercados, lo que significa un desafío a nivel regulatorio y de protección de
las culturas nacionales. Nosotros planteamos la necesidad de participar en el
escenario global, pero también de mantener la especificidad de la cultura y de
no caer en posturas de organismos como la Organización Mundial de Comercio que
prácticamente postula la cultura como una mercancía más, lo que es una amenaza
a mediano plazo para la riqueza cultural nacional, porque en términos de
mercado es lógico que exista una tendencia a la homogenización."
El
libro está destinado a transformarse en lectura obligada para quienes se
interesen en el tema.
FUENTE: www.argentina.ar
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