jueves, 25 de octubre de 2012

Ley de Medios: SIP frente a la ONU

(Por Jhon Brant). Una declaración del relator de la ONU apoya la aplicación de la 'ley de Medios "es muy importante porque muestra que la posición de la SIP está en completo desacuerdo con las normas internacionales

El 15 de octubre, los activistas de la campaña Expresando libertad para construir contrapunto a las actividades de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que realizó su Asamblea General en Sao Paulo. Un acto público y contraconferência hizo un debate en línea acerca de cuál es el lado SIP en la lucha por la libertad de expresión en América Latina.

Pero el contrapunto no sólo ocurrió en Brasil. El mismo día, mientras que la SIP criticó la 'ley de Medios "de Argentina, el Relator Especial para la Libertad de Expresión de la Organización de las Naciones Unidas, Frank de la Rue, declaró su apoyo a la ley, la forma en que se alienta el pluralismo y la diversidad .

De hecho, estos dos términos están ausentes en la agenda de la SIP. La organización, que agrupa a los dueños de los medios de comunicación en el continente, no tiene parámetros como la diversidad de contenidos y la pluralidad de ideas. La defensa de la libertad es que está orientado a tratar de proteger los derechos absolutos a las empresas de comunicación. No es de extrañar, pues, que las iniciativas SIP rechace regulación democrática de la comunicación en América Latina. Pon en práctica, distribuyen el poder ahora concentrada en unas pocas empresas. Este es el grupo Clarín caso de Argentina, que tiene hasta el 7 de diciembre para adaptarse a la nueva ley y deshacerse de las concesiones superiores al permitido.

Una declaración del relator de la ONU favorable a la aplicación de la ley en la Argentina es muy importante porque muestra que la posición del SIP es totalmente contraria a las normas internacionales. La legislación aprobada en Argentina que existen en las democracias más establecidas, como Reino Unido, Francia, Alemania y Estados Unidos. No hay registros de estos países han sido acusados ​​de no democrático porque de eso.

En medio de todo esto, Brasil sigue en el borde, ya que el gobierno federal ni siquiera abrir el debate sobre una nueva ley para la comunicación en general. La presidenta Dilma Rousseff tiene que quedar claro de qué lado, de hecho, la defensa de los valores democráticos. Al salir de la Asamblea de la SIP, parece haber entendido que no lo son. Ahora queda por alinear la posición de la ONU.

 John Brant es coordinador Intervozes - Brasil Colectivo para la Comunicación Social.

Fuente: www.alainet.org

http://www.brasildefato.com.br/node/10971

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