El rol de las cooperativas eléctricas cuando escasea la energía
El aumento del consumo eléctrico
que se produjo durante el pasado mes de diciembre, principalmente por las altas
temperaturas registradas en el país, provocó que cientos de miles de personas
se quedaran sin electricidad durante días e incluso semanas en las áreas de más
densidad poblacional, como se registró en la ciudad de Buenos Aires. Los cortes
de luz y agua, dos servicios básicos para cualquier ciudadano, aún se mantienen
en algunas zonas de la capital y de la periferia urbana pese al notable
descenso de las temperaturas anotado desde el comienzo del mes de enero.
Las dos empresas privadas
encargadas de la distribución energética en la provincia de Buenos Aires,
Edenor y Edesur, no supieron prever -o no les interesó hacerlo- el incremento
de la demanda energética cuando inicia la temporada estival y las inversiones
se mostraron insuficientes para hacer frente a la suba de la necesidad
eléctrica.
El titular de Cooperar y de la Federación de Cooperativas Eléctricas
de la provincia de Buenos Aires, Ariel Guarco, indicó que a diferencia de las
distribuidoras privadas, las cooperativas eléctricas respondieron con eficiencia
a la suba de la demanda porque “las cooperativas prevén a futuro cuál va a ser
la demanda de sus usuarios y generan reservas. Las inversiones realizadas los
últimos 10 años gracias al retorno de los excedentes han llevado a superar los
aumentos de demanda sin problemas”. “Nosotros buscamos el excedente al servicio
de las personas, cuestión que no se da en las empresas privadas con fines de
lucro que buscan la rentabilidad y generar excedente, sin importar la calidad
del servicio ni la atención ciudadana”, defendió en declaraciones al IPES.
Ante la ineficiencia de las
privadas en el suministro eléctrico, las cooperativas eléctricas se vuelven
actores de interés para la ciudadanía y el Estado. Ya son más de 600 zonas de
todo el país las que están cubiertas por el suministro eléctrico de cooperativas
desde que se formara en 1926 la piimera cooperativa eléctrica de toda
Latinoamérica en Punta Alta (provincia de Buenos Aires), lo que permite dar
electricidad a casi 7 millones de personas. “Tenemos las expectativas cubiertas
para los próximos 20 años”, sostuvo Guarco.
“En años anteriores las cooperativas
eléctricas generaron excedentes que se invirtieron en generación de más servicios
para los asociados. La electricidad originó nuevas actividades que nos permiten
subsistir ahora y realizar las inversiones de acuerdo a las previsiones de
demanda”, aclaró.
En estos momentos, el Estado
estudia medidas concretas para atajar el problema de abastecimiento energético
en Buenos Aires y prende forma la idea de un mayor control estatal sobre las
distribuidoras privadas Edenor y Edesur. El titular de Fedecoba opinó al
respecto: “El Estado debe tener un mayor control de la situación a través, o en
el caso extremo de la apropiación, o de medidas intermedias como acciones de
más control sobre las concesionadas o nuevas alianzas estratégicas mixtas donde
actúen las cooperativas”.
A la pregunta de si las
cooperativas eléctricas podrían asumir el servicio de toda la provincia bonaerense,
Guarco precisó que sería “muy apresurado”. “Nosotros podemos colaborar con la formación
de nuevas cooperativas para tareas específicas. Aun así, el rol lo tiene que
asumir el Estado, que ha puesto el ojo en las cooperativas y ése es un camino a
transitar con el transcurso de los años”, sentenció. En el supuesto de que se
acabe por constituir un servicio público eléctrico, el presidente de Cooperar
opinó que “las cooperativas eléctricas podrían colaborar como empresas
terciarizadas por el Estado para brindar servicios eléctricos puntuales”.
Fuente: IPES Prensa // Laura
Safont
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