martes, 2 de julio de 2013

Medios: No hace falta morir para ser El Gran Colombiano

No hace falta morir para ser El Gran ColombianoEl concurso de History Channel y diario El Espectador, que elige vía Internet al personaje más importante de la historia de Colombia, ha dejado preguntas sobre cómo el vecino país concibe su historia: 3 de los 5 finalistas aún están vivo. 

Álvaro Uribe es El Gran Colombiano. Así lo ha decidido un concurso basado en votos en la web de The History Channel, coorganizador del evento junto a diario El Espectador de Bogotá. Un total de 1’132.183 personas votó a favor del expresidente, polémico personaje de la política colombiana del nuevo siglo.

La reacción ha sido inmediata, desde una editorial en la que el propio  El Espectador tomaba distancia de los resultados, pasando por los foros que han abierto distintos medios de comunicación, hasta una iniciativa que recoge firmas digitales para revocar el nuevo título investido al que sin duda es el político colombiano más mediático de la última década.

Uribe está públicamente enfrentado con el presidente que él mismo escogió como sucesor en la Casa de Nariño, Juan Manuel Santos, quien fuera su ministro estrella al frente de la cartera de Defensa, en un período que coincidió con la liberación de Íngrid Betancourt.

Si bien Uribe fue presidente entre  2002 y 2010, en la lista de nominaciones aparecía como un político del siglo XX -en la década de los 90 ocupó la Gobernación de Antioquia-.

En el programa final, en que se dieron a conocer los resultados, el presentador Nicolás Montero (que hizo el papel de Luis Carlos Galán en la novela sobre Pablo Escobar, El patrón del mal) mostraba una pantalla dividida, en que aparecía un retrato de Uribe y otra de Jaime Garzón, quien quedó en segundo lugar.

Garzón era un humorista, político y periodista colombiano que participó en la liberación de una decena de rehenes de las FARC y murió asesinado en agosto de 1999.

Todavía no se habían hecho públicos los resultados, y Montero pedía a los panelistas que analizaran, a partir de esos dos personajes, cómo los colombianos ven   la historia.

María Jimena Duzán, considerada una de las periodistas más críticas con el gobierno de Uribe, opinó que la presencia del expresidente como finalista indica  que “este es un país con una esquizofrenia evidente y un conflicto de por medio”.

Tanto el periodista Javier Hernández Bonett, el cineasta Lisandro Duque -que fue colaborador de Gabriel García Márquez-,  y el antropólogo Francisco Gutiérrez -que llegó a hablar de la imagen de Garzón y Uribe como “una Colombia positiva y otra negativa”-, se mostraron algo incómodos y cuestionaron el resultado, igual que Duzán.

De hecho, resaltó enseguida en el programa algo de lo que se hicieron eco los medios de comunicación de Colombia: 3 de los 5 finalistas siguen vivos  y otro podría estarlo, si no hubiese sido asesinado.

Pero el cantar en redes sociales y en el uribismo fue distinto. Menudo caballo de batalla para las campañas electorales de 2014.

¿Pero cómo Álvaro Uribe ha vencido a candidatos como el Premio Nobel de Literatura 1982 Gabriel García Márquez, Elkin Patarroyo, el inventor de la vacuna contra la malaria, o al propio Jaime Garzón, talvez María Jimena Duzán tiene la clave: “Uribe era un genio de los medios, fue el primer presidente que aprendió a manejarlos”.

Recordaba Duzán que a través de los consejos comunales televisados, el expresidente impactó al país, con un mensaje “muy simple en un país tan complejo”, lo que terminó -continuaba la periodista- por dejar “un país sin infraestructura”.

Acaso el rescate de Íngrid Betancourt, triunfo contundente ante las FARC, es útil para entender cómo es que un político vivo, sobre el que pesan serias acusaciones legales, ha sido electo como El Gran Colombiano, en una competencia que lo enfrentó al propio Simón Bolívar.

No es difícil imaginar un escenario en que Álvaro Uribe, el presidente que decidió no negociar con las FARC y enfrentarlas por la fuerza, se benefició de la polarización de un país que todavía vive en guerra.

El expresidente colombiano ahora es investigado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), por los falsos positivos, como se conoce a las denuncias de miembros del Ejército colombiano sobre supuestas unidades secretas que asesinaban inocentes para hacerlos pasar por guerrilleros. Se ha hablado de cerca de 5.000 casos.

Juan David Velasco Montoya, en una columna en RCN Radio, ha hablado de Uribe como una especie de Dr. Jekyll y Mr. Hyde.

El Espectador, en su editorial  llamado Votar la historia,tomó distancia del concurso, y lanzó algunas reflexiones luego de que Uribe obtuvo un 30,3% de los votos, casi el doble de los que tuvo su inmediato seguidor, Jaime Garzón (17%). Ese 30% significaba 6 veces más el volumen de los otros postulados en carrera, como el Nobel de Literatura 1982 Gabriel García Márquez (cuarto, 4,78%).

Los otros dos finalistas fueron Elkin Patarroyo (tercero, 4,85%), un inmunólogo que ha llevado a cabo investigaciones para el desarrollo de una vacuna sintética contra la malaria y el prócer Antonio Nariño, quien le da nombre nada menos que al palacio presidencial colombiano.

Según El Espectador, las cifras con las que el expresidente se alzó como ganador del concurso “dicen mucho de nosotros”. En esta votación, realizada por la vía electrónica, ha tenido copiosa repercusión en redes sociales y foros de medios de comunicación.

El Tiempo de Bogotá indicó que  el 58% de los 3.000 comentaristas de su foro estaba  a favor de la designación de Uribe, quien varias veces en la misma conversación fue llamado “paraco” (paramilitar).

La revista Semana escribe -y se le siente algo de amargura- que el resultado “es una perfecta radiografía de la sociedad colombiana y deja una amarga sensación sobre cómo los colombianos conciben su historia”, y agrega que “los colombianos sufren de alzheimer histórico”.




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